No hemos permitido que el Ateneo de Valencia desaparezca

La 66º Bienal del Salón Arturo Michelena se inauguró ayer en la capital del estado Cara bobo, una vez más fuera de su sede natural: el Ateneo de Valencia. Desde hace un lustro un grupo de trabajadores tomó las instalaciones de la institución, que ahora funciona como museo por orden del Ministerio de Cultura, y las últimas tres ediciones se han tenido que celebrar fuera de casa. Ante esta situación, los organizadores de la bienal contaron con la buena voluntad de la Galería Universitaria Braulio Salazar, el Gabinete del Dibujo y la Estampa de Valencia y el Centro Cultural Eladio Alemán Sucre, que cedieron sus espacios para montar las exposiciones. Sin sede ni presupuesto la directiva del Ateneo de Valencia, presidida desde 2007 por el ex rector de la Universidad de Carabobo Elis Mercado, se mantiene errante, nómada, a la espera de tiempos mejores. --¿Cómo ha sido el balance de su gestión al frente del Ateneo de Valencia? --Ha sido positivo si se toma en cuenta que nos ha tocado duro. Sin embargo, aún en el país se sigue hablando del Ateneo como una obligada referencia cultural. El gran logro es que no hemos permitido que desaparezca. Un ejem plo de ello es la realización de la 66º Bienal del Salón Arturo Michelena. --¿Cuáles han sido los retos? --Nuestro principal objetivo fue impedir que se sellaran las puertas del Ateneo, que no prosperara la campaña de desprestigio y descalificación que desde el Gobierno se emprendió con la complicidad del general Luis Felipe Acosta Carlez. Nos propusimos, asimismo, resguardar las obras de arte que estaban custodiadas por el Ateneo, pero no pudimos impedir la bárbara invasión de nuestras instalaciones. No nos cansamos de repetir que nuestro logro fundamental es mantener vigente la idea ateneísta. Nadie acepta que la institución desapareció. La gente confía en que algún día volveremos a nuestra sede y recuperaremos el valioso tesoro cultural que allí se mantiene, no sabemos en qué condiciones. --¿Cómo cambia la dinámica de una institución como el Ateneo sin una sede fija? --Radicalmente. Se puede establecer un símil con la situación de alguien a quien le arrebatan su casa, nos sentimos agredidos e impotentes frente a un régimen que postula el socialismo más rancio y cuya praxis no es más que una burda aplicación de las otras variantes totalitarias. Fue un arrebato cultural que nos dejó perplejos, pero comenzamos a trazar rutas nuevas. Comenzaron a llamarnos Ây todavía lo hacen el Ateneo errante, los...

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