Poder femenino, la cárcel del gusano de seda

Escribir sobre la señora Mao, difícil tarea para una poeta. Nada más alejado de la creación que el poder. Sin embargo, María Teresa Ogliastri asume el reto convirtiéndose en una de las pocas escritoras que han trabajado este tema en el país. Por supuesto, los sentimientos de rechazo surgieron espontáneamente ante la terrible figura de Jiang Qing 19141991, tercera esposa de Mao Zedong 1893-1976. Esta mujer, en la jefatura del Ministerio de Cultura, y junto a la Banda de los cuatro, condujo la llamada Gran Revolución Cultural Proletaria 1966-1976, una ola de violencia estatal sostenida que encarceló, torturó y asesinó a miles de intelectuales, artistas y académicos acusados de aburguesados o revisionistas, o, simplemente, por ser considerados por la Señora Mao potenciales amenazas contra ella y su marido. Se calcula que sólo en un año se ejecutaron 500.000 intelectuales, con lo que China perdió la mayor parte de su inteligencia.La autora se mueve en los lí mites entre realidad histórica y ficción. El poemario es presentado como entradas de un diario ficcional, cuyas páginas, dice Ogliastri: Llegaron a mí en un hermoso desorden que evoca las hojas de los árboles arrastradas por el viento otoñal p.6. De esta forma la poeta aparta la voz autoral de una historia que no es de ella, que le pertenece íntegra a la Señora Mao.La duda surge. La poeta se detiene en el vértice del horror, pero se sobrepone a fin de entender el porqué de esa ambición. A modo de aclaratoria, la autora expone su posición moral al escribir sobre la Señora Mao: fui presa de sentimientos contradictorios p.66. Piensa que el poder es una enfermedad del alma, y añade que: Para enfrentar a estos seres totalitarios, hay que entender por qué perdieron su humanidad p.66.Ogliastri explora, indaga, so pesa el origen de la inclinación femenina al poder. Conduce al lector a la infancia de la Señora Mao, a una vida de pobreza en un hogar con un padre violento, a unos pies mal vendados que en vez de belleza trajeron dolor y quedaron torcidos como un árbol antiguo p.8. Luego, prosigue dándole voz a la bella joven que amaba al teatro y, abandonada por un primer marido, se lanza a la aventura, sabiéndose poseedora de la fuerza femenina necesaria para dar el salto del tigre en la maleza p.15, metáfora de su oportunismo en la búsqueda del poder. A continuación, la poeta esboza el fracaso de Jiang Qing con un segundo marido y, luego, pasa a la complejidad de la entrega amorosa acomodaticia con...

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