Prevenidos ante la inseguridad: una asignatura más

No existe una materia que enseñe a los estudiantes a protegerse de la inseguri dad fuera de las aulas. Tampoco hay un reglamento para las escuelas sobre cómo proceder ante robos o secuestros y, mucho menos, un curso que prepare a los padres para educar a sus hijos en este asunto sin traumatizarlos. Sin embargo, se puede lograr una salida satisfactoria si la institución, los representantes y los alumnos implementan medidas que garanticen el resguardo físico y psicológico. Estrategias desde los salones. Uno de los pasos que deben tomar en cuenta los centros educativos para protegerlos consiste en destinar un apartado en la ficha de inscripción para identificar a las personas autorizadas a buscar al niño a la hora de salida. Así es el caso del colegio Roraima. Todos los años nos exigen actualizar la planilla con el nombre completo y fotocopia de la cédula. Sin eso, ninguno puede salir, señala Mercedes Giglio, representante de la institución. Maritza Ochoa, miembro del comité de seguridad del colegio El Peñón, considera que también se necesita controlar la entrada de vehículos a la escuela a través de una calcomanía que los identifique. Sin embargo, para muchos papás resulta contraproducente si el sticker muestra el nombre del colegio, podría darle al delincuente datos para ubicarlo. Manuel Mangir, director de Seguridad Ciudadana del Municipio Baruta recomienda a los planteles implementar un código con los padres. Por ejemplo, no esperar todo el año escolar para cambiar la calcomanía sino hacerlo con cierta frecuencia. La idea es tener algo que permita la flui dez cuando van a buscar a los niños, sin revelar mayor información, comenta Magir. En el colegio Roraima piden colocar un cartel en la parte interna del auto Âcon un formato preestablecido con los nombres de los alumnos. El colegio Los Arcos emplea una calcomanía enumerada. Mientras que la Academia Mérici exige entrar con los vidrios abajo y mostrar un distintivo conocido por los padres y la institución. Aunque los mecanismos de identificación son variados, los representantes deben solicitar la presencia de una maestra que esté familiarizada con los rostros de quienes buscan al alumno. María Encarnación Marín, madre con hijos que estudian en Los Arcos y la Academia Mérici, señala que gran parte de la responsabilidad sobre situaciones de esta índole recae sobre los padres. Algunos para evitar colas en las horas pico dejan a sus hijos unas cuadras antes, sin ver el peligro al que están...

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