Prisiones que son guaridas

El 30 de septiembre una comisión de la Policía de Aragua ultimó en Palo Negro a cinco personas que supuestamente intentaban asaltar la vivienda de la familia del ex grandeliga Kelvim Escobar. La banda estaba compuesta por tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y dos policías de esa misma región. En otro país esto ameritaría un análisis sobre la creciente degradación de los cuerpos de seguridad, pero en Venezuela se hizo normal ver a los funcionarios en modo delictivo.Lo que sí sorprendió a más de uno es que cuatro de los cinco fallecidos estaban formalmente detenidos en el retén de Alayón por estar involucrados en delitos contra la propiedad.Los guardias y policías no habían sido declarados como evadidos o fugados por las autoridades. Simplemente salían a delinquir y luego regresaban a repartirse el botín.Uno podría pensar que este fue un caso aislado de lo que llaman desviación policial no de los funcionarios que debían estar presos, sino de quienes tenían la tarea de vigilarlos. Sin embargo, en realidad esto se ha convertido en una nueva manifestación de las redes que operan en y desde los recintos carcelarios del país.Desde hace mucho tiempo se comentaba con insistencia que algunos presos privilegiados salían de noche a cometer delitos en las calles, y regresaban al amanecer antes de que los formaran en los patios de sus respectivos internados para el llamado pase de número.El primer gran escándalo ocurrió durante el...

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