Prohibido prohibir

La censura es la imposición de un criterio particular, el de una persona, un clan, una secta, una entidad religiosa, política, social, sobre lo que debe o no debe leerse, verse, oírse, difundirse. Es, en todos los casos, un acto arbitrario de poder que busca imponer a los demás criterios paternalistas que siendo ideológicos pretenden tener catadura ética, y no pocas veces estética.No otra cosa que la antítesis absoluta de la libertad.Cuando se trata de la obra de arte, semejantes imposiciones pueden partir de visiones muy reaccionarias del mundo, la mano puritana puesta delante de los ojos del prójimo para que no vea un desnudo o una escena erótica; o de otras que pretenden ser progresistas y libertarias, como aquellas que proclaman la igualdad, o buscan la conquista de nuevos derechos. Pero una visión libertaria que busca abolir la libertad se liquida a sí misma, y se vuelve también reaccionaria.Empiezo por algunos de los ejemplos más recientes. Hay quienes piensan, y están en todo su derecho de hacerlo, que la trama de la ópera Carmen es machista. Don José, despechado porque Carmen, su amante, lo rechaza para irse con un torero de fama y gloria, mientras él no es más que un soldado sin fortuna, un don nadie, termina acuchillándola, y esta es la celebrada escena final, antes de que caiga el telón.Carmen es un personaje ar quetípico de la mujer que paga con su vida su propio afán de libertad, así como don Juan lo es del seductor, que paga con su vida su constante lujuria, y termina en el plan de los infiernos. Los dos se han convertido en mitos universales, y Carmen, un personaje originalmente literario, debe más su popularidad a la música que a la literatura. La novela de Prosper Merimée sobrevive gracias a la ópera compuesta por su compatriota Georges Bizet.Hace pocas semanas el tea tro Maggio Musicale de Florencia estrenó una versión de Carmen con un final diferente, ideado por el director Leo Muscato. En la famosa última escena, en lugar de que el despechado don José acuchille a la desdichada Carmen, ella le arrebata la pistola y lo mata de un balazo. Los melómanos, ofendidos, abuchearon la escena.Este cambio radical en la representación, la víctima femenina convertida en victimaria, tiene el propósito declarado de denunciar la violencia machista, dado que la versión original no es sino un ejemplo, un mal ejemplo, de feminicidio. Así lo justificó el director del teatro.Esto nos llevaría a una ca dena infinita de revisiones de los...

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