Promesas olvidadas e incumplidas en diciembre de 2015

Entenderán ustedes, queridos lectores, que me refiero a las promesas hechas por dis tintos personajes en diciembre de 2015 con el propósito de alcanzarlas a lo largo del año 2016 y, por tanto, enero de 2017 es fecha propicia para realizar una evaluación. Yo me enteré de tales historias por distintas vías, todas legales y basadas en los principios morales del PSUV. Nada de hackeo. Por mi parte mantengo la promesa de que cuando lleguemos al poder, y a la usanza de los yanquis en relación con no usar el número 13 para conjurar maldiciones y para señalar los pisos de un edificio, pues ellos pasan del 12 al 14, la inminente presidencia opositora prohibirá el uso del número 28 en loterías, rifas, calles, casas, edificios, billetes, placas de vehículos, cédulas de identidad, cuentas de botiquines, cumpleaños, etc. Cada mes tendrá dos veces el día 27. Las razones por las cuales mantengo esa promesa son privadas, la gente no tiene por qué conocerlas, ni en su origen ni en su desarrollo, y me gustaría que permanecieran en el anonimato como lo es ahora.Empecemos.Diosdado Cabello. Prome tió ser más simpático y pinga que lo logró. Rogó al Niño Jesús que le permitiera pasear por distintos países sin que la DEA lo molestara. Falla total. Esperó pacientemente asistir a alguna fiesta por lo menos, va dos veces al mes a jolgorios y bochinches en los que lo saludaran con respeto o ir a cualquier restaurante de moda sin sentir la mirada de desconfianza y rabia de las masas. Míquiti. Anjá y que los mejores banqueros del mundo lo ayuden a cuidar sus dineritos producto de su trabajo y sacrificio. Y nada que es un contento.Jorge Rodríguez. Rogó que le aparecieran dos hermanos más para nombrarlos ministro de la Defensa y ministro del Interior. Le aparecieron fue arrugas en la ojeras e impiedad en el alma. Deseó desesperadamente que Smartmatic le regalara manque fuera una accioncita de la empresa y nunca se supo si lo logró o no. Observó pacientemente los encontronazos y enfrentamientos entre Maduro y Diosdado para arrimarse a ganador y quedó oscilante entre uno y otro. Cambió de bando religiosamente cada cinco días sin que ello signifi cara algún interés personal o pecuniario.Tibisay Lucena. Confiaba en que la rampa por la que baja cada cierto tiempo, aunque ahora no le gustan para nada las elecciones, fuera modificada de manera que su recorrido tardara, por lo menos, seis años y un día, de esa manera, si el PSUV pierde las próximas elecciones presidenciales, como...

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