¿Proyecto político lumpen?

Sus antecedentes: una y otra vez ignoramos u olvidamos que la propuesta del Gobierno actual deriva de un proceso conspirativo y de descomposición en el interior de las estructuras de poder: económicas, políticas y militares, mecanismo falsificador, gatopardiano, destinado a sustituir la sociedad organizada en la construcción de sus soluciones.

Desconocer que una de las raíces del proyecto actual de gobierno se encuentra en la profundidad de la vocación autoritaria y militarista de una buena parte de la oficialidad de nuestro Ejército y de las élites que la influyen es mucho más que un error, es una grave torpeza, dada la limitación que introduce en las aspiraciones de libertad, paz y progreso.

Además, la realidad ha de mostrado que también ha existido otra inspiración para los comacates, generada por el interés crematístico de servir con diligencia a los poderes comerciales, nacionales y extranjeros, que se lucran con nuestra riqueza minera y energética.

La dinámica del proceso: no existe en ninguna etapa del falsificado proceso de la revolución bonita un momento en el cual sus protagonistas sean producto de una expresión de rebelión en la cual la sociedad civil desafíe, confronte y en lo posible derrote los poderes del establecimiento. Nada ha conmovido la estructura clasista de nuestra sociedad. Todo lo contrario, casi todos los desafíos han terminado en desplantes.

Desde el primer día de gobier no, el mensaje gubernamental ha descansado en una programación de contrainformación, política de Estado destinada a sembrar la confusión, aliñada con una escalada de incitaciones a la violencia, dirigidas a entretener a la población a través de la autoagresión, el desorden y la intimidación.

¿Y los actores del drama? Con perspectiva histórica, no están en ninguna parte, porque los que se encuentran colocados en la escena, para seguir disponiendo del ingreso petrolero, no expresan nada constructivo, no responden al desarrollo de las fuerzas productivas. Los chicos del Presidente no son ni siquiera conuqueros exitosos, pero...

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