Un refugio de esperanza animal

La vocación ha determinado el estilo de vida de María Gabriela Jaar. Primero, decidió estudiar medicina veterinaria.Luego, mientras cursaba la carrera, los perros abandonados que deambulaban por la Universidad Central de Venezuela núcleo Maracay despertaron su sensibilidad. Los cuidaba y les daba comida. Tuve problemas con el decano por eso.Después de graduarme me los llevé conmigo, dice. Desde ese momento, hace 18 años, se ha dedicado a recoger a todos los canes en situación de calle que se encuentra a su paso.Una noble causa.El trabajo de Jaar es el bienestar de los perros que ayuda. Ya no me da chance ni de hacer consultas a domicilio, como hice un tiempo, cuenta. Ahora cuida 166 perros en un albergue que adquirió exclusivamente para ese fin y que está ubicado en El Hatillo. Para mantenerlos tuve que registrar una fundación. Eso me ha ayudado a ganar respeto y un poco de apoyo económico. Sin embargo, asegura que, a pesar de las esporádicas donaciones que recibe de importantes marcas como Purina, requiere más ingresos.Fundación Esperanza Ani mal es el nombre de la organización que Jaar constituyó en aras de conseguir recursos económicos y voluntarios que se sumen a su causa. Nutrina nos proveyó hace poco de pipetas antipulgas y garrapatas, Teresa Lomelli nos regaló plaquitas de identificación para todos los perros y Miguel Ocampo nos ha dado productos de limpieza y los carritos que usan los perros que no pueden caminar, cuenta con agradecimiento. Ella se encarga de esterilizar o castrar en jornadas a todos los ejemplares que rescata.Una de las modalidades que Jaar ha ingeniado para costear los gastos que ocasiona el cuidado de 166 canes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR