Salud y compasión

Para vivir no basta querer vivir. Para recuperar la salud no basta un médico compasivo; si no tiene conocimientos y capacidad, con sólo buena intención matará al enfermo. No sometemos a un familiar a operarse con un cardiólogo incompetente movidos por sus bellas palabras y promesas de salud. Lamentablemente, lo que exigimos a los médicos capacidad además de compasión no lo hacemos con la salud nacional.En Venezuela ha muerto un líder político que más que nadie logró convencer a sus seguidores de su simpatía y compasión, y al mismo tiempo condujo la peor gestión de gobierno de los últimos 100 años de nuestra historia.Con 1 billón 1 millón de millo nes de dólares en las manos, su pésima gestión ha llevado a Venezuela a los primeros lugares de endeudamiento interno y externo, de inflación el triple del promedio latinoamericano, corrupción, creación de multimillonarios ineptos y parásitos a la sombra del poder político, récord en las importaciones de productos agropecuarios e industriales y ruina de la productividad con atrofia de las exportaciones. Nos ha puesto en los primeros lugares del mundo en el crimen en las calles y en las cárceles y nuestra sociedad enferma prolonga la agonía gracias al suero petrolero.Agoniza la democracia porque el poder se concentra en una persona que desde el Ejecutivo maniata al Judicial, al Legislativo y al Electoral. Como han declarado sus ex amigos y agentes, Aponte Aponte y Makled, los tribunales y el dinero público se usan para perseguir enemigos y comprar conciencias.Peor todavía que la mala gestión es su empeño en imponer sueños comunistas estatistas que han fracasado en todas partes. Llamar mar de la felicidad a la miseria y falta de libertad de Cuba es a la vez infantilismo y malicia manipuladora. Chávez se dejó atrapar por las perversiones propias del poder absoluto y le tomó gusto al autoritarismo omnipotente, sin controles ni contrapesos, con la Fuerza Armada partidizada y los millones de opositores tachados de perversos lacayos del imperialismo. Hegemonía y control de los medios de comunicación, de la educación, de los presupues tos, de las mentes y de las empresas y el clientelismo que cambia votos por dádivas oficiales. No lo han conseguido, pero el empeño sigue.Con ilimitada demagogia se le inculca a la población que para salir de la pobreza no son necesarios el esfuerzo propio y la...

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