Saqueo justo

Seguramente la historia de Venezuela puede contarse según el ritmo de sucesivas mareas de sa queo. Carrera Damas escribió sobre la lógica extractiva de Boves y se puede seguir ese rastro hasta ahora mismo, cuando el régimen insurge contra la sociedad para que ésta no insurja contra él.Al adoptar la franquicia revolu cionaria, la gente que hoy manda debió cargar con el fantasma de la rebelión que forma inevitablemente parte del paquete. Quisieron leer los días de febrero del 89 como un levantamiento popular sabiendo que, entonces como ahora, no era más que el síntoma de la frustración ante la escasez de lo básico, y conducía al mismo resultado: una excesiva demanda de lo superfluo. En 1989 el clamor era mayor participación en el mercado, más consumo, más objetos. Más mercado, y menos Estado, bajo su entonces siniestra encarnación de Corpomercadeo y Recadi. La historia oficial es otra: una versión jacobinamente ridícula de un levantamiento contra un supuesto neoliberalismo que nunca existió. Pero el absurdo, repetido desde entonces, causa sus efectos hoy como verdad: el régimen repite la tesis de un capitalismo conspirador y especulador, ofreciendo un modo de justificar el consumo como justicia económica. Lo pro pio del socialismo sería, pues, el consumo, mientras que el capitalismo sería en cambio un sistema económico que atenta contra el consumidor. Válgame Dios.A decir verdad, el absurdo no sorprende en política aunque no deja de asombrar que se prolongue entre la gente culta que incluye la idea de especulación entre sus conceptos económicos. Si hay algo revelador de lo medular que es la cultura del rentismo en Venezuela es eso mismo: la incapacidad social para concebir la creación de valor en una cadena productiva. En otras palabras, el desprecio al trabajo. Paradó jicamente, es ese desdén hacia el trabajo lo que contamina la percepción de la empresa como lugar de acumulación de valor que precisamente no se percibe asociado al trabajo, y en consecuencia, construye una imagen del empresario como superfluo y parasitario.Suspendiendo un...

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