El show rojito

Las interpelaciones de los ministros y del vicepresidente ejecutivo por los diputados de la Asamblea Nacional podrían servir muy bien para una serie de televisión que se propusiera promover la isla de la felicidad. Los grandes problemas de Venezuela desaparecieron por obra y gracia de la revolución bolivariana.

Como si aterrizaran de Marte, Venezuela fue presentada como un espejo del progreso y del inmenso bienestar de la gente, bajo la égida de la gran revolución del Comandante-Presidente Hugo Chávez.

El show fue bien montado, no hay que quitarle los méritos a quienes armaron la tramoya. Primero, las preguntas de los diputados tenían que ser presentadas por escrito, con antelación. De modo que los ministros podrían preparar sus discursos-respuestas, maquillar la realidad hasta donde fuera posible, para terminar concluyendo que los problemas de la nación son una invención de la oposición y, sobre todo, de los medios conspiradores que ocultan la grandeza de la revolución.

Los ministros irán por turnos de cuatro. No se sabe si siempre los acompañará el vicepresidente como coach. El martes concurrieron Relaciones Interiores, Defensa y Relaciones Exteriores, con una breve aparición del ministro de Comunicaciones.

El tema resaltante del martes fue la delincuencia y el crimen que azota a la sociedad. Después de los golpes de pecho del Presidente de la República en su mensaje, se suponía que el vicepresidente y los ministros asistirían a la interpelación con un plan coherente para combatir y prevenir el crimen. No. Lo que hubo fue una manipulación de cifras, que si en la primera república había tantos y en...

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