El sufragio es nuestro método para resolver conflictos

P or qué vota la gen-te? Alfa, 2012 de Luis Salamanca resulta una publicación más que oportuna en este mes. No porque haga un análisis de la intención de voto de los venezolanos el 7 de octubre Âpues no lo hace ni porque su autor esté interesado en hacer allí predicciones, sino porque reflexiona sobre la historia del sufragio en el país con el objetivo de entender qué factores inciden en las decisiones de los electores. Es, además, una obra de ánimo académico, porque pone al alcance de los lectores temas y conceptos que le permiten entender mejor las campañas electorales. Si bien la fortaleza del libro es su análisis histórico, son interesantes las conclusiones de Salamanca sobre el votante venezolano, especialmente el que es tradicionalmente chavista, pues cree que éste entró en una fase de volatilidad y desaliento electoral comparable a la del año 1998, cuando la crisis del país y de los partidos llevó a Hugo Chávez hasta Miraflores. El votante seguidor de la oposición comenzó a observarse más alineado con su fórmula política, lo que le permitió crecer, desde entonces, en forma constante, en señal de que la abstención opositora estaba disminuyendo, tal como mostraron las elecciones primarias del 13 de febrero de 2012, escribe y añade que el oficialismo, en los 6 años entre los comicios de 2006 y los de 2012, perdió 2.086.716 votos, además de lo que llama el corredor electoral Âen referencia a los estados del centrooccidente, excepto AraguaÂ, mientras que sus adversarios ganaron 985.282 simpatizantes. ÂEn ¿Por qué vota la gente? dedica muchas páginas a discutir el abstencionismo, pero en lo único que coinciden los adversarios políticos es en la trascendencia de las elecciones del 7ÂO. ¿Tiene sentido en este momento ser niÂni? ÂEl ni-ni es un fenómeno de la época de Chávez, antes se les llamaba independientes, porque no eran de Acción Democrática ni de Copei. Los ni-ni nacieron en 2002, como consecuencia del conflicto tan brutal que vivimos, para abstraerse de los polos que se enfrentaron. Son votantes blandos, fluctuantes, que pueden cambiar de opinión de una campaña a otra. Votaron por Chávez en 1998 y quizá hasta 2006, pero cuando vieron el viraje autoritario del Presidente se frenaron, porque aspiran a la movilidad social ascendente. El ni-ni no es necesariamente abstencionista, sino que trata de evitar el conflicto. ¿Por qué la abstención se mantiene tan alta? ÂLa abstención en Venezuela desde la década de los noventa es elevada, lo...

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