En los terminales públicos hubo pocos viajeros

Una amplia tela sus-pendida en el aire con el tricolor nacional que abarcaba todo el ancho del pasillo era lo único que se veía ayer, a la 1:36 pm en el Terminal La Bandera. El lugar parecía poblado de fantasmas, todo lo contrario a la idea que se tiene del regreso de los días festivos del carnaval.En el patio central, adonde llegan los autobuses, las camioneticas y los carritos, no se contaban más de cinco pasajeros.Los choferes lucían adormilados y remolones hablando entre sí para espantar el sueño.Solo dos mujeres policías sentadas bajo un toldo rojo parecían trabajar. No ha habido mucha afluencia de personas.Ha sido suave. Nunca como antes, cuando uno veía ese gentío que viajaba en carnaval, dijo una de las funcionarias.Frente a las camionetas ran cheras que viajan a Yaracuy, el conductor Ramón Meza veía hacia el infinito: En cinco días de trabajo he hecho solo 2 via jes. Esto ha estado muy flojo.Entre las personas que llega ron a esa hora al terminal estaban Yuraima Rojas y Yeine Bustamante. Ninguna de las dos viajó para celebrar las fiestas. La primera vino a Caracas para operar a su hijo de la cadera y la segunda regresaba de Trujillo, adonde había ido para visitar a su mamá.Clarisbel Santana sí regresa ba al Zulia con gran alegría. Su sonrisa se debía a que una tía que vive en el sector El Chorrito, de Turumo, le había regalado un jabón Protex, un champú, un kilo de caraotas, una leche especial para su hija que es diabética, una crema dental y un paquete de pañales para su uso, pues tiene fibromatosis y hemorragias a diario.Tenía tres días sin...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR