'TSJ aprendió de Cuba a poner la justicia al servicio de Chávez'

El artículo 1º de la Ley de Tribunales Populares de Cuba constituye un galimatías: "Los tribunales constituyen un sistema de órganos estatales, estructurado con independencia funcional de cualquier otro, y subordinado jerárquicamente a la Asamblea Nacional del Poder Popular y al Consejo de Estado".

Otras dos normas confirman la parcialidad de la justicia cubana. El artículo 4 señala como primer objetivo: "Cumplir y hacer cumplir la legalidad socialista". Y el artículo 5 indica: "Los tribunales están en la obligación de cumplir la Constitución y las demás disposiciones legales, así como las instrucciones de carácter general provenientes del Consejo de Estado, que reciban por conducto del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular".

Luisa Estella Morales y el resto de los directivos del Tribunal Supremo de Justicia fueron a Cuba para conocer más de cerca los tribunales cubanos y promover mayores transformaciones del Poder Judicial venezolano.

Pedro Nikken, presidente de la Comisión Internacional de Juristas, considera que los señalamientos de Morales coinciden con su convicción, también expresada públicamente, de que la separación de poderes es inconveniente porque debilita al Estado.

"En Cuba priva la noción de justicia revolucionaria, según la cual los jueces dictan sentencias de acuerdo con los intereses de la revolución. En nuestro país la ideología oficial judicial adversa la independencia de poderes y está sometida a la voluntad del Ejecutivo nacional. Los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia aprendieron de Cuba a poner la justicia al servicio de un solo hombre. En la isla a las órdenes de Fidel y aquí a las de Chávez", señala.

Héctor Faúndez, especialista en Derecho Internacional, aporta otra semejanza entre los dos sistemas de administración de justicia: "Las autoridades judiciales y los jueces cubanos son nombrados y removidos por el Partido Comunista. Para el ejercicio de la judicatura se exige lealtad por encima de todas las cosas, y la capacidad jurídico-ética pasa a un segundo plano. Algo similar sucede en Venezuela, y uno de los mayores perjuicios ha sido el uso del aparato judicial para perseguir y liquidar políticamente a los disidentes del Gobierno".

Nikken agrega: "El Poder Judicial es inútil si no es capaz de defender a los ciudadanos de los abusos del poder público o privado".

En febrero de este año, la magistrada Morales precisó que en Venezuela hay 1.914 jueces y que en 2010 se habían designado 1.479 con...

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