Valentía y sensatez

Como nunca antes, el suelo de la patria se cubrió de pueblo este miércoles. Una cobi ja humana, de cientos de miles de venezolanos en protesta justa arropó a Venezuela con determinada vocación democrática.En la Toma de Venezuela, mientras en Caracas creció la protesta civilizada y constitucional, en la provincia las fuerzas del orden público se convirtieron en inútiles compuertas de contención pretendiendo acallar el grito de libertad de la oprimida nación.Inútil represión violadora de los derechos democráticos a la protesta, a la solicitud del cambio político, con bombas lacrimógenas, perdigones disparados a las caras de los manifestantes y fuerzas policiales que en cambote sometían a mujeres indefensas que protestaban exigiendo la libertad de sus hijos secuestrados por haber cometido el terrible pecado de gritar ¡Libertad! El 26 de octubre será marca do en el calendario histórico como un hito, en el Camino a la Libertad, sendero que sellará el trazo de la ruta constitucional que ha emprendido la oposición. No se puede hacer una revolución para tener democracia, se debe vivir en democracia para poder hacer una revolución. Ya lo señaló Abraham Lincoln, que la de mocracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, y otra vez, ahora cara al mundo, la letra del Himno Nacional, pues Caracas ha rescatado su orgullo histórico y ha vuelto a ser ejemplo a seguir en la lucha por nuestros derechos.Mientras en Caracas sus ca lles se llenaron de heroicos ciudadanos, en los recónditos rincones de la patria los colectivos armados agredían, herían y hasta ajusticiaban a quienes desarmados simplemente, cumplían con protestar en contra de la injusticia, represión, corrupción y la entrega de la patria al régimen...

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