Venezuela no cuida a sus artistas

La mancha es todo. Una raya, una pincelada, un frotado, un color, es una mancha para mí. Es como una obra no acabada, que no tiene fin. La mancha es como un renacer de algo que va a seguir. Toda mi obra ha sido pura mancha, manchas de asombro, como si recitara, comenta Alirio Palacios sobre la exposición Manchas de asombro que prepara para la Galería de Arte Ascaso y que dará cuenta de su trayectoria. No en vano, Eugenio Montejo, a quien le unía una estrecha amistad, le consideraba pintor poeta. La vida siempre le acercó a escritores. Palacios evoca los versos que le dedicó Vicente Gerbasi, con quien trabajó en la Revista Nacional de Cultu ra, en la que conoció a poe tas como El Chino Valera Mora. Todos están ya muertos. Yo ilustraba sus artículos, hablaba mucho con ellos. Buen trabajo ese, rememora sobre sus tiempos de diseñador de emblemáticas publicaciones como Imagen, de la que fue pieza clave junto a Simón Alberto Consalvi, con quien también participó en los orígenes de Monte Ávila Editores. Entonces, recuerda cómo Miguel Otero Silva lo llamaba Aliriote, a él que había diseñado la portada de sus Casas muertas y a quien hoy le ruboriza, si no en su piel en su interior, que le llamen maestro. ÂEn un artículo de la revista de la UNAM, Adolfo Castañón afirma -a partir del libro Alirio Palacios de Eugenio Montejo que el caballo es para los pintores lo que los pájaros para los poetas y culmina con una pregunta: ¿Qué hay de Eugenio en Alirio y qué hay de Alirio en Eugenio? ÂEugenio ha dejado un vacío muy grande. Desde que nos conocimos fue una amistad constante, un diálogo permanente. Éramos ministros consejeros, él en Portugal y yo en Naciones Unidas, regresamos y nos encontramos aquí. Hicimos una revista juntos y él escribió catálogos míos. Se fue y hace falta. Eugenio muere y no lo toman en cuenta, muere el uruguayo y declaran tres semanas de luto. Siempre nos gustó a los dos el caballo. ÂMontejo escribió versos como Aquel caballo que mi padre era/ y que después no fue, ¿por dónde se halla? o En el cuadro de Ucello hay un caballo/ que estuvo en Hiroshima. ÂQué bella esa imagen: un caballo de Ucello e Hiroshima. ¡Carajo, qué bueno!

¿Qué representa ese noble animal para usted? ÂEs un animal-personaje que aparece en mí en China. Fui a ver los caballos de cerámica de Tun Huang, encontrados bajo tierra, y me golpearon, me gustaron mucho. Empecé a hacer mi tesis sobre el caballo en China y vine a Venezuela. Compré muchos libros de caballos...

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