Venezuela: lo peor de lo peor

La cronista siente una sana envidia al ver en Brasil una clara muestra de la separación de poderes, que es la esencia de la democracia, a diferencia del despreciable Poder Judicial en la Venezuela de Maduro, puesto al servicio del gobierno para aniquilar la autonomía del Parlamento, perseguir a la disidencia y otorgar inmunidad a la corrupción y a los múltiples delitos oficiales. El mundo observa con asombro esta semana el derrumbe del mito del ex presidente Lula da Silva, quien de la lucha contra la pobreza en su primer gobierno, devino en gigantescas chapuzas de corrupción en su segundo mandato, por las que está siendo juzgado ahora. Cientos de miles de ciudadanos tomaron las calles para protestar por el escándalo de un audio grabado por la policía, cuya emisión fue autorizada por el juez, en el que se escucha una llamada de la presidente Roussef a Lula, en la cual le comunica su nombramiento como ministro de la Presidencia desde el que controlaría todos los resortes del poder y que le otorgaba la inmunidad para evitar que vaya preso. Solo el Tribunal Supremo podría juzgarle, en proceso muy complicado. El expediente sale de las manos del juez Sergio Moro, quien ha llevado el caso de la enorme corrupción de los sobornos de la empresa Odebrecht a altos ejecutivos de la petrolera Petrobras y de algunos políticos, entre ellos Lula. El ex presidente se convierte en gestor de los grandes contratos de la entonces gigante Odebrecht, incluidos los leoninos convenios con el Estado venezolano, con costos hasta seis veces superiores al promedio internacional, gracias a la estrecha relación entre Lula y Chávez. La publicista Mónica Moura, esposa y socia del periodista Joao Santana, hoy preso en Brasil por corrupción, hizo con él varios trabajos publicitarios para Chávez. Moura le dijo a la Policía Federal que Odebrecht utilizó fondos reservados, considerados ilegales en Brasil, para pagar parte de la campaña de 2011 de Chávez, según publica O Globo. Los pagos se realizaron a través de la misma vía utilizada para pagar sobornos a ex directores de Petrobras y no fueron declarados ni en Brasil, ni en Venezuela. Según la Policía Federal esta ha sido la mayor investigación de corrupción de la historia de Brasil. Moura y Santana autores de campañas como la del corazón y otros señuelos propagandísticos usados por Chávez en procesos electorales habrían recibido 7,5 millones de dólares en sobornos. La campaña de Chávez, según Moura, habría costado 35 millones...

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