Las verdades de un galán

Con una sutil inflexión en la comisura de los labios, arquea una ladeada sonrisa, como quien sabe que en ese gesto tiene un arma poderosa. El ligero copete de Jorge Luis, Adrián Arturo, Oscar Eduardo o Luis Fernando, todos esos galanes que ha encarnado en distintas telenovelas, luce como en sus inicios, ahora sólo con algunas canas. La dicción declamada y suave es la misma de los tantos protagonistas que ha sido en las más de 30 telenovelas que tiene en su inventario en la pantalla. A sus 51 años, al actor Víctor Cámara pareciera que el calendario no le hubiese hecho mella. "Me dicen que si duermo en un frasco de alcohol o de formol", bromea. Se hace unos tirones de cabello de propia cuenta y se toca por delante y detrás de las orejas. "Yo no tengo cirugías ni botox, pero tampoco soy un dinosaurio", se ríe. "El tiempo ha pasado por mi cara. Yo te pongo una foto de antes al lado de mi rostro para que veas la diferencia, pero la gente no la quiere ver", suelta en gracia. Por algo esa mocedad a prueba de almanaques activa suspicacias ajenas. "A veces cuando estoy en el departamento de maquillaje de algún canal noto que me empiezan a revisar a ver si tengo alguna cicatriz".

Las pasiones de un galán

El caballero de la pantalla que ha enamorado a las protagonistas más indefensas y que todavía hace suspirar hasta a las doñitas que le hablan al televisor cuando lo ven, es un galán a prueba en la vida real. Basta ver como se levanta recto, casi en formación, cuando una dama se acerca a la mesa dónde concede la entrevista y observar cómo no se da permiso de pasar jamás antes que una mujer en un ascensor. "Yo soy un señor", deja en claro. Tiene un matrimonio, con Ivette Planchart, a prueba de récords que ya registra 34 años de vida en común. ¿Cuál es la fórmula para esa estabilidad del corazón? "Todavía mi esposa y yo somos novios: nos peleamos, nos celamos, nos perseguimos, nos asediamos. Eso es lo bonito de esta aventura". ¿Cómo ha logrado esquivar las tentaciones? Endereza la espalda, se agarra con una mano el puño cerrado de la otra y mira a los lados. "Es muy difícil. No es sencillo que tu pareja entienda tu fidelidad. Te voy a decir la verdad: yo nunca he ido a ver strippers, por ejemplo. Para ser fiel hay que elaborar una estrategia. Las tentaciones son muchas. A veces me he lamentado de ser tan caballero. En ocasiones no puedes decirle no a una mujer. Me he tenido que limitar y contenerme. A veces me he contenido y otras veces no". ¿Qué tanto...

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