De vuelta a la encrucijada electoral

Como en el 2006 el Perú debe asistir hoy y consiguientemente el 5 de junio a dos momentos de una sola encrucijada electoral presidencial que hasta hace poco no estaba en la agenda política. Esto abona a la contradicción entre la predictibilidad virtuosa de un crecimiento económico sin precedentes y la imprevisibilidad diabólica de un sistema político que nunca antes se presentó más desestructurado como ahora. Como en el 2006 la ventaja de intención de voto de Ollanta Humala en la primera vuelta electoral reedita los temores a un autoritarismo de cuño chavista. Y la disputa entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski por el pase a segunda vuelta retrotrae la reñida pelea entre Alan García y Lourdes Flores por la misma baraja, hace cinco años. Este retorno al 2006 tiene que ver con los saldos insuficientes de un trabajo público y privado de cinco años 1 por disminuir las tasas de pobreza, 2 por hacer más cercano y eficiente a un Estado urgido de reformas y 3 por emprender ajustes en un modelo económico que ha sacado al país de su vieja crisis fiscal, para ponerlo en la vitrina latinoamericana, aunque todavía lejos de una distribución social equitativa y libre de convulsiones. Tales saldos insuficientes se reflejan hoy en el 28% o 30% de Humala, lo que quiere decir que este descontento estuvo siempre presente del 2006 al 2011, bajo la forma de desaprobación a la gestión gubernamental del presidente Alan García. El crecimiento acelerado de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR