Las breves vacaciones de Europa

Desde el mes de noviembre pasado, el Banco Central Europeo, bajo su nuevo presidente, Mario Draghi, ha reducido las tasas de interés y realizado dos inyecciones de más de 1 billón de euros de liquidez al sistema bancario de la eurozona. Esto condujo a una disminución temporal de las tensiones financieras que afrontan los países endeudados y en peligro de su periferia Grecia, España, Portugal, Italia e Irlanda, redujo drásticamente el riesgo de una corrida de liquidez en el sistema bancario de la eurozona y bajó los costos de financiamiento para Italia y España con respecto a sus insostenibles niveles del otoño pasado. Al mismo tiempo, se evitó que Grecia cayese en el impago técnico, y el país implementó una exitosa, si bien coercitiva, reestructuración de su deuda pública. Un nuevo pacto fiscal y nuevos gobiernos en Grecia, Italia y España generaron la esperanza de un compromiso creíble con la austeridad y las reformas estructurales. Y la decisión de combinar el nuevo fondo de rescate de la eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, con el antiguo, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, aumentó significativamente el tamaño del muro de contención financiera de la zona euro. Pero la luna de miel subsiguiente con los mercados resultó ser breve. Los diferenciales de tipos de interés de Italia y España se están ampliando de nuevo, mientras que los costos del endeudamiento para Portugal y Grecia se han mantenido altos todo el tiempo. Inevitablemente, la recesión en la periferia de la eurozona se está profundizando y pasando al núcleo, es decir, Francia y Alemania. De hecho, se agravará a lo largo de este año por varias razones. En primer lugar, las bruscas reformas de austeridad fiscal Âcon todo lo necesarias que eran están acelerando la contracción, debido a que los mayores impuestos y el menor nivel de gasto público y transferencias reducen la renta disponible y la demanda agregada. Más aún, a medida que se profundice la recesión y genere un déficit fiscal más amplio, se hará necesaria una nueva ronda de austeridad. Y ahora, gracias al pacto fiscal, incluso el núcleo de la eurozona se verá obligado a adoptar fuertes medidas de austeridad recesiva. Por otra parte, mientras que la über-competitiva Alemania puede soportar un euro a 1,30 dólares, en la periferia de la eurozona, donde los costos laborales unitarios subieron entre 30% y 40% la última década, el valor de la tasa de cambio tendría que caer a la paridad con el dólar...

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