Caracas fértil

¡Ay, ay, ay!, aupar, alabar, arbolar, ágora AHOR A... --pió el pajarito-mi abadía --añadió con las alas abatidas, sin abdicar.Fue la frase que escribí tras escuchar el programa radia l La ciudad deseada el domingo 11 de marzo por La Cultural de Caracas. Subrayar con vehemencia la necesidad del Parque La Carlota resultaba tema obligado, perentorio, imperativo después del anuncio esa semana acerca de la construcción de una fábrica de celulares el más aberrante entre otros usos, en los terrenos de la Base Área Francisco de Miranda. No me corresponde repetir las ideas ni los argumentos bien fundamentados que expusieron con convicción los conductores del programa. Merecen ser escuchados. Si en estos días de poco ánimo retomo el teclado es porque creo en la bondad de los árboles y deseo un gran parque para mi ciudad: un lugar sagrado abierto al cielo en el corazón de este valle.En el salón de mi casa hay una gran batea de madera en la que coloco libros alusivos a árboles, plantas, jardines, arquitectura vegetal... Referidos al tema tengo varios libros infantiles, uno de ellos un cuento: Mama Miti , 1 de Claire A Nivola. Madre de árboles, en swahili, mama miti , es el nombre afectivo que le dieron a Wangari Maathai. Ella fue la primera mujer africana en recibir el premio Nobel de la Paz. Le fue otorgado en el año 2004 por haber sabido establecer el vínculo entre el desarrollo de su pueblo y la riqueza del medio ambiente natural de su país, Kenya.La historia narra como Wangari Maathai enseñó a las mujeres de muchos poblados en Kenya a hacer semilleros y plantar árboles a fin de recuperar la tierra erosionada. A pesar de la escasez de agua y los intentos fallidos de hacer brotar las semillas, no se dejó abatir.Perseveró. Con el movimiento creado por Wangari, Green Belt, más de treinta millones de árboles han sido plantados en Kenya. Este movimiento, fundado en 1977, les devolvió confianza en ellos mismos a numerosos nativos, muchos analfabetas, que sí supieron cómo arbolar su tierra, enriquecerla para la agricultura y la producción de alimento. Más que plantar árboles, decía Wangari, se trata de incitar a la gente a hacerse cargo de su medio ambiente, de su vida y su futuro. En 1989, la organización se opuso al proyecto del gobierno para la construcción de un edificio de sesenta y dos pisos en el parque d’Uhuru en Nairobi. Wangari fue perseguida y acosada por funcionarios, escondida y refugiada por sus amigos, sin embargo, el rascacielos en medio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR