Caracas: del siglo XX a la espera del XXI

Como si se tratara de una dama entrada en años que ha extirpado sistemáticamente de su rostro las inevitables señales de su experiencia y su vejez, Caracas se nos ofrece a la vista como una creación exclusiva del siglo XX, un territorio específico de la modernidad y la posmodernidad periférica, interrumpido sólo ocasionalmente por uno que otro, solitario y acorralado, recuerdo del siglo XIX, y sólo en grado excepcional del XVII o el XVIII. El tiempo anterior es sólo ausencia, referencia académica o certeza histórica sin escenario espacial de realización. Tomo esta frase del ensayo Caracas, amada, odiada, desmemoriada y sensual, que escribí para el catálogo de una exposición del artista catalán Jaume Plensa en el Museo Jacobo Borges. La retomo casi una década después por dos razones. Primero, porque he desempolvado aquel ensayo para incluirlo en el libro Cara cas en 25 afectos, de muy pron ta aparición en la editorial Los Libros de El Nacional. Y, luego, ahora que la ciudad acaba de cumplir 445 años, porque me sirve como pie de entrada para desarrollar una hipótesis que aún no termino de verbalizar. *** Caracas es una ciudad del siglo XX no solamente por la ausencia de señales --un palacio, un monasterio o los restos de un viejo acueducto-que muestren, aunque sea como referencia turística, el testimonio de sus casi cuatros siglos y medio que han transcurrido desde su fundación. Es del siglo XX porque en sentido estricto comenzó a ser una gran ciudad, y a hacerse plenamente urbana y ponerse a la par del resto de las capitales importantes de América Latina, cuando la renta petrolera y el fin de la era Gómez facilitaron el primer acercamiento a la modernidad de la que había permanecido al margen, sometida y aislada como toda Venezuela, por las casi tres décadas de noche oscura del general de La Mulera. Para comprender en su jus ta medida el nacimiento de la ciudad nueva hay que decir que al vertiginoso proceso de urbanización y enfebrecida construcción que se inició bajo el período de Medina Angarita, hay que sumarle la apertura ideológica, la fundación de los partidos modernos, el disfrute de las primeras libertades e instituciones culturales, que llevaron a Mariano Picón Salas a acuñar la idea de que Venezuela, y especialmente Caracas me permito agregar, entró al siglo XX sólo en 1935 a raíz de la muerte del dictador. Es cierto que la ciudad ha bía tenido un primer ensayo de grandeza con el proyecto de urbanismo europeo impulsado por Guzmán...

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