Una ciudad asfixiada

Cada habitante de Caracas tiene un metro cuadrado de áreas verdes para su esparcimiento. Un metro cuadrado para correr, trotar, jugar pelota o simplemente tenderse en la grama a ver el cielo. En un metro cuadrado no cabe, por ejemplo, una cama individual. Es un porcentaje ínfimo si se toman en cuenta los estándares de la Organización Mundial de la Salud, que recomiendan que cada individuo debe tener al menos 10 metros cuadrados de áreas verdes para su disfrute. Desde la ventana de su apartamento en Parque Central, Iraida Tovar ha visto cómo su pedacito de verde se va acortando. Cuando el Ejecutivo anunció días antes de Semana Santa que convertiría el Paseo Vargas -a lo largo de la avenida Bolívar- en un complejo con más de 700 apartamentos, inmediatamente llegaron al lugar camiones, militares y cuadrillas de trabajadores. "Desde arriba ves que han talado árboles", dice mientras camina por el sector con uno de estos hecho de cartulina y pegado en el pecho. Junto con un grupo de vecinos ha participado en protestas y foros sobre la medida que permitirá edificar viviendas en el parque. La zona ya no tiene aceras; los trabajadores las cercaron para disponer los materiales de construcción y los peatones se ven obligados a lanzarse a la calzada, a esquivar carros y motos. "Parque Central y Parque Carabobo Plaza es puro cemento y concreto. Éste era el único sitio para que los niños jugaran, los abuelos caminaran y para pasear las mascotas. No entiendo cómo van a poner edificios en este lugar, por acá pasan quebradas y sirve de drenaje. Creo que falta planificación", señala Tovar. Las arquerías de la cancha de fútbol del Paseo Vargas, frente a la sede de la policía científica, están boca abajo. Ahora la maquinaria y los obreros se enseñorean del que era el lugar de entrenamiento del Club Atlético Nacional Caracas. De acuerdo con los vecinos, allí funcionaban 7 escuelas de fútbol, a las que acudían cerca de 1.200 niños. "Esto será una maraña de torres y uno ya no tendrá por dónde salir a caminar", cuenta con tristeza Celia, una jubilada que pasea a su perro por la mañana. "Las viviendas para los damnificados son una prioridad, pero no restándole árboles a la ciudad", dice mientras avanza por la calle Este 8, en dirección al museo Carlos Cruz-Diez.

Las conclusiones de las vecinas de Parque Central coinciden con la de los especialistas: los planes urbanos de Caracas dejaron de lado los espacios públicos, entre ellos las áreas verdes, para concentrarse en las viviendas y la vialidad. La consecuencia la padecen ahora los miles de caraqueños que se amontonan los fines de semana para disfrutar de una pequeña porción del engramado en el Parque del Este o los que optan por visitar los centros comerciales ante la escasa oferta de esparcimiento al aire libre de la ciudad. Sin habilitar. El área metropolitana de Caracas tiene 31 parques de recreación, de acuerdo con datos del Instituto Metropolitano de Urbanismo: el municipio Libertador tiene 12 (el del oeste y los parques de Caricuao son los más extensos); Sucre cuenta con 9, Baruta con 5; El Hatillo con 4 y Chacao tiene uno. Pero de las 3.384 hectáreas zonificadas como parques, sólo 354 están acondicionadas para que los ciudadanos las usen. La precisión la hace Ariana Tarhan, directora de Planificación y Gestión de la Alcaldía Metropolitana. "Muy poco se ha planificado en Caracas en cuanto a sus áreas verdes. Han surgido como casi todo en esta ciudad, improvisadamente. La mayor parte de nuestros parques fueron decretados en los años sesenta y setenta. En los últimos 20 años no ha se han creado más y las hectáreas no habilitadas están en abandono". Para la Caracas de hace 40 años, el ahora Parque Francisco de Miranda (Parque del Este, antes llamado Rómulo Betancourt) satisfacía las necesidades de recreación de la población. Pero ahora, con más de 3 millones de personas y miles de casas informales trepadas en las montañas, a los capitalinos los ahogan las construcciones y el pavimento. "Ha habido invasión de viviendas y los parques no han sido ejecutados. Si se hicieran, nos pondríamos en un nivel decente en cuanto a los estándares internacionales", indica el...

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