Comentario A: conocimiento de dios por las vias de La Razon y del Amor, de Josef Seifert.

AutorCasanova, Carlos A.

I

Antes de examinar los argumentos concretos, podemos observar que, para dar el salto del mundo creado al Creador, el profesor Seifert, en el conjunto de su libro, propone fundamentalmente cuatro caminos, a partir de los cuales pueden elaborarse una multitud de argumentos o vias: (A) el uso del "principio de razon suficiente". Un examen cuidadoso de la formulacion de aquel principio que propone Seifert permite percibir que no es otra cosa que el principio de causalidad concebido de la manera mas abarcante posible, teniendo en cuenta no solo las causas extrinsecas (eficiente y final), sino tambien las intrinsecas (material y formal): "Todo ser debe poseer un fundamento o sea una razon suficiente, tanto para su ser (existencia) como para su ser asi (esencia) y cualquier otra determinacion (relacion, etc.) que explique por que un ente es en lugar de no ser y por que es tal y como es en lugar de ser de otra forma. Este fundamento o sea razon suficiente puede hallarse tanto en el ser en cuestion como tambien juera de este" (p. 33). Este primer camino permitiria elevarse a Dios como causa de todos los seres de nuestra experiencia, como Objeto necesario de ciertos actos intencionales, y aun como Esencia que incluye el existir necesariamente.

El segundo camino (B) consiste en elevarse a partir de sus opuestos a las perfecciones puras que deben darse en Dios: si podemos juzgar que hay injusticia, es porque tenemos un canon de juicio que es la justicia perfecta (2), etc. El tercer camino (C) consiste en elevarse a las perfecciones puras a partir de las perfecciones limitadas del mundo creado (pp. 232-236). Seifert sostiene que podemos por los caminos (B) y (C) llegar a un conocimiento mediato de la esencia divina. Asi interpreta el la via negativa: primero conocemos lo que no es Dios (por los opuestos o las limitaciones de las perfecciones puras), para luego, por su medio, conocer a Dios mismo (en sus perfecciones infinitas), con un conocimiento positivo, aunque mediado (p. 233).

Sobre si la esencia divina puede conocerse positivamente y si es correcta la interpretacion seifertiana de la via negativa, me parece que es oportuno hacer algunas aclaraciones. En un punto avanzado de su obra, Seifert critica a Jean Luc Marion, a Joseph Fuchs y a Karl Rahner por llevar al extremo la via negativa y, en consecuencia, negar que pueda existir un lenguaje adecuado acerca de Dios. Las paginas que Seifert dedica a esto son de las mas luminosas de este libro. Sin lugar a dudas, el filosofo austriaco logra refutar a Fuchs y a Rahner (3) y muestra que: (a) debe hacerse una distincion entre: predicados que si se aplican a Dios resultan en antropomorfismo; predicados que pueden aplicarse a Dios metaforicamente; predicados que pueden aplicarse a Dios propia, aunque analogicamente; y predicados que se aplican a Dios propia y univocamente (pp. 232-237); (b) la razon natural exige postular que el alma humana no puede provenir de causas fisicas y que la auto-trascendencia de estas que proponen Rahner y Fuchs como mecanismo causal para la produccion del alma espiritual no es sino una negacion de toda verdadera explicacion (pp. 218-221 y 225, en concordancia con pp. 58-82) (4); y (c) la razon natural exige postular que Dios es la cumbre y el origen del orden moral (pp. 228-230) (5).

Con todo, no parece percibir Seifert el verdadero significado de la via negativa: por esta razon sostiene que hay predicados que se aplican a Dios univocamente, y entre ellos senala estos: "Omnipotencia", "infinita bondad" y "ser necesario. Por medio de una reflexion cuidadosa podemos percibir que tras esos predicados se hallan terminos cuyo significado comprendemos primero en las criaturas ("poderoso", "bueno", "ser"), y que luego se dicen de Dios de modo supereminente. Pero, al aplicarsele, deben corregirse por medio de la via negativa, de modo que no logramos una concepcion acabada del Poder de Dios ni de su Bondad ni de su Ser.

Con mayor propiedad puede decirse que algunos predicados que, de manera analoga, se dicen de Dios como del analogado principal y que, por tanto, no cambian del todo su significado cuando se predican de El: lo que ellos significan se da en El de modo eminente. Pero aun estos predicados no podemos entenderlos en el modo infinito en que de El se predicarian con propiedad; nosotros los entendemos inevitablemente con un modo de significacion que no se puede predicar de El, y por eso debemos reconocer nuestra ignorancia y declarar, por ejemplo: el Primer Principio de todo es Inteligencia, pero no al modo como nosotros significamos "inteligencia", a partir de la nuestra, que conoce algo distinto de si y penetra en ello (El, en cambio, se conoce a Si mismo y todo lo demas en Si); es Ser, pero no como nosotros significamos "ser", algo que no es enteramente y que se da en un sujeto (El es el Unico que realmente es en Si y por Si); es Uno, pero no como nosotros significamos "uno" de manera positiva (6), es decir, como un todo indiviso (El es enteramente Simple), etc. Podemos aplicar propiamente predicados a Dios y existe un lenguaje adecuado acerca de Dios, pero aun este lenguaje necesita ser corregido por un paso ulterior: Dios es mas grande que todo lo que podemos decir o concebir de El y, por ello, se encuentra allende nuestras concepciones.

El cuarto camino (D) es el argumento ontologico. Segun Seifert, y a pesar de lo dicho acerca del tercer camino, el argumento ontologico de san Anselmo si concluye, porque, aunque ninguna esencia finita (7) pueda incluir sin contradiccion en si misma la existencia necesaria (pues todo lo finito es contingente en lo que se refiere a su existencia, segun Seifert), la esencia infinita si que la incluye. De este modo, puesto que la expresion "el ser mayor que el cual no puede ser pensado otro" significa esa esencia infinita, y puesto que un ser que no incluya la existencia no seria Aquel mayor que el cual no puede ser pensado otro, es necesario que exista ese ser cuya esencia es infinita y que es la Bondad suma. "No se trata de un mero juego de conceptos, sino del conocimiento de una absoluta necesidad esencial [...]. La necesaria existencia divina se fundamenta, pues, en una esencialidad objetivamente necesaria, que ha de ser hallada por nuestro espiritu. [.] Sola y exclusivamente en la esencialidad divina la necesaria existencia real se encierra en la esencialidad necesaria misma; por eso puede ser inteligida EN ELLA de modo intelectual, como cualquier otro atributo esencial divino comprensible o como toda propiedad esencial pura de otras esencialidades necesarias" (pp. 248, 249 y 250. El subrayado es mio).

El lector desprevenido se encuentra aqui con un misterio dificil de resolver. Un autor tan agudo como Josef Seifert esta incurriendo en una extrana paradoja. Porque (a) el sabe que solo si podemos inteligir directamente la esencia divina podemos captar que ella existe de manera necesaria. Sin embargo, (b) el mismo ha sostenido que tenemos un conocimiento positivo de Dios, pero que este es mediato. Es decir, solo a partir de lo creado se puede conocer al Creador. Con todo, (c) sostiene el autor que es valido el argumento ontologico, que presupone una inteleccion directa de la esencia divina. ?Como es posible semejante paradoja?

Sobre este punto hay que decir dos cosas. En primer lugar, hay argumentos relativos a la...

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