Los contrastes de Patricia

"Mira, en un momento vamos a pasar por un túnel. Si se cae la llamada te llamamos de nuevo, ¿oíste?" Patricia Velásquez acaba de dejar el aeropuerto de Maiquetía procedente de Maracaibo, en donde unas horas antes había recibido, de parte de las autoridades locales, la Orden "Lago de Maracaibo" en su primera clase. El día anterior había estado haciéndose las fotos que hoy ilustran esta entrevista. Y antes de eso, había estado promocionando su última película, Cenizas Eternas. La vida de Velásquez es un vaivén indetenible que lejos de agotarla, parece inyectarle energía para ir en busca de todo lo que se propone. El trayecto Maiquetía-Caracas fue el contexto en el que se desarrolló la entrevista y en el que la modelo, actriz, productora y empresaria contó detalles acerca de sus proyectos profesionales, que ahora dice escoger con más cuidado dada su faceta de madre, desconocida por muchos, pero que ejerce desde hace cuatro años.

La Guajira-Hollywood-La Guajira. Desfiló para los grandes nombres de la moda mundial, ha sido modelo de innumerables campañas publicitarias y ha participado en películas de presupuestos multimillonarios. Pero también le ha tocado trabajar con los limitados recursos del cine nacional, y lidiar con todo lo que implica crear y mantener su fundación, Wayuu Tayá. Patricia Velásquez tiene una vida contrastante, que no siempre está asociada a los lujos propios de una actriz de Hollywood: "Somos muy poquitos los que tenemos este estilo de vida, pero aun así, dependiendo de lo que esté haciendo, esas condiciones son lujosas o menos lujosas. Cuando vamos a La Guajira a hacer actividades de la fundación viajamos en clase turista, nos quedamos en hoteles sencillos, porque todo sale directamente de nuestro bolsillo. Cuando estoy en Los Ángeles mi vida es cómoda pero sencilla, mientras que en Nueva York sí se percibe más la cosa materialista. Vivo en contrastes permanentemente". Y es esa flexibilidad en su estilo de vida, así como su profundo y declarado amor por sus raíces indígenas lo que la llevó a aceptar el papel de Ana en Cenizas Eternas, una película de Margarita Cadenas en la que se refleja la cultura yanomami: "Es una película que se ve muy costosa, pero que se hizo con la colaboración de mucha gente, todo el mundo se sintió involucrado. Nunca se había hecho un filme en el que los indígenas son realmente parte importante de la historia". Precisamente sus exóticos rasgos (provenientes de la etnia wayuu) han sido los que la...

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