Crecimiento urbano alucinante

En el transcurso de los próximos 12 años, 325 millones de chinos más entre campesinos y migrantes en busca de oportunidadesse habrán ido a vivir a las ciudades desde las zonas rurales del interior del país. En ese momento, 926 millones de almas ocuparán todos los espacios urbanos y suburbanos reclamando del Gobierno y de las empresas la provisión de todo tipo de servicios. Las cifras son de McKinsey Global Institute y sus investigaciones llevan a pensar que las ciudades chinas, en su conjunto, alcanzarán mil millones de personas para 2030, algo menos de la mitad de la población del gigante. No es posible imaginar que tal colosal migración no cause desajustes de todo tipo comenzando por las propias finanzas municipales que serán incapaces de atender la sola demanda incremental de servicios de salud y de educación. Ni hablar de la necesidad de provisión de electricidad, de agua; organizar la recolección de desechos, ordenar el tráfico urbano para tales monumentales contingentes humanos. Lo que es claro a esta hora es que si la anarquía tomara su lugar en este proceso acelerado de urbanización, se perdería el efecto positivo que este fenómeno es capaz de crear en términos del incremento del PIB del país durante los próximos 15 años. El nombre del juego político, económico y social, entonces, es planificación. Lo que hoy se decida en torno al fenómeno afectará al país de manera determinante en el futuro. El problema no sólo es el hacinamiento en condiciones cada vez más precarias de la población urbana que casi se duplicará. El abandono de las tierras arables por parte de una migración de tal calibre le dejaría a los gobiernos por venir una verdadera papa caliente entre las manos. Pero la...

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