Decisión Nº AH1B-F-2005-000022 de Juzgado Undecimo Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito (Caracas), 24-02-2017

Número de expedienteAH1B-F-2005-000022
Fecha24 Febrero 2017
Distrito JudicialCaracas
PartesVANESSA CRISTINA JIMÉNEZ CANELÓN VS. LAWRENCE ELLIOTT LAUGHLIN GUEVARA
EmisorJuzgado Undecimo Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Transito
Tipo de procesoSeparación De Cuerpos Y Bienes
TSJ Regiones - Decisión


REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Juzgado Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Caracas, 24 de Febrero de 2017
206º y 158º


ASUNTO: AH1B-F-2005-000022
Sentencia Interlocutoria con Fuerza Definitiva

PARTE SOLICITANTE: Ciudadana VANESSA CRISTINA JIMÉNEZ CANELÓN, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. V-10.338.207, e inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 63.536, actuando en su propio nombre y representación.-
PARTE DEMANDADA: Ciudadano LAWRENCE ELLIOTT LAUGHLIN GUEVARA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad 5.537.163.-
MOTIVO: SEPARACIÓN DE CUEPOS Y BIENES.-
-I-
NARRATIVA
Se inició la presente solicitud de SEPARACIÓN DE CUERPOS Y BIENES, mediante escrito presentado por ante Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 27 de abril de 2000, por la Ciudadana VANESSA CRISTINA JIMÉNEZ CANELÓN, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. V-10.338.207, e inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 63.536, actuando en su propio nombre y representación, convenida entre su conyugue ciudadano LAWRENCE ELLIOTT LAUGHLIN GUEVARA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad 5.537.163.-
Por auto de fecha 18 de mayo de 2005, el Juez Unipersonal XII de la Sala de Juicio del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, se declaró ONCOMPETENTE POR LA MATERIA para conocer la acción y declinó la competencia al Tribunal con Competencia en Civil, Mecantil y del Transito de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas y se remitió el presente expediente mediante oficio Nro. 1265.
Seguidamente, en fecha 09 de junio d e2005, este Tribunal le dio entrada al presente cuaderno de Ejecución de Decreto de Separación de Cuerpos.
En fecha 14 de junio de 2005, la ciudadana VANESSA CRISTINA JIMÉNEZ CANELÓN, consigno escrito mediante el cual solicito se decretara medidas de embargo preventivo, por lo cual en fecha 25 de julio este Tribunal Ordenó la notificación de la parte demandada a los fines de pronunciarse sobre la medida solicitada.
Posteriormente, en fecha 27 de octubre de 2005, la parte actora Recuso a la Juez Titular ciudadana FRANCIS CELTA, en virtud de que prestaba su patrocinio a favor del demandado, lo cual la prenombrada Juez mediante acta de fecha 27 de octubre de 2005, negó, rechazó, y contradijo estar incursa en causal alguna de recusación y ordenó remitirse las respectivas copias certificadas.
En fecha, 29 de marzo de 2006 el ciudadano CESAR ROMERO HERNÁNDEZ, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 9.521, consignó escrito de pruebas las cuales fueron Admitidas mediante auto de fecha 30 de marzo de 2006.
Mediante diligencia de fecha 16 de abril de 2007, el apoderado judicial de la parte actora ciudadano RODOLFO ESTRADA, solicito que el Tribunal dictara el fallo respectivo y decrete la ejecución forzosa, por no haber cumplido voluntariamente en el mandato.
Por ultimo en fecha 24 de febrero de 2017, quien suscribe este fallo, se abocó al conocimiento de la presente causa.
-II-
MOTIVA

Vistas las precedentes actuaciones contenidas en el presente asunto, y por cuanto existen elementos sobre los cuales ameriten un pronunciamiento previo, éste Juzgador pasa a efectuar las siguientes consideraciones:
Consta en autos que la última actuación realizada en el juicio, a los fines de dar impulso al proceso data del 16 de abril de 2007, el apoderado judicial de la parte actora ciudadano RODOLFO ESTRADA, solicito que el Tribunal dictara el fallo respectivo y decrete la ejecución forzosa; y posterior a ello, no existe ningún acto de impulso (diligencia o escrito) para proseguir con la presente acción.-
De lo antes narrado, se evidencia que desde el año 2007, la parte interesada no ha efectuado actuación procesal alguna, donde manifieste su interés en que la solicitud siga su curso. En tal sentido, si bien es cierto que no puede declararse la perención de la instancia en aquellos procesos donde no hay contención, no es menos cierto que dichos procesos, debe surgir de las actas, la necesidad fehaciente de la parte solicitante, que se le declare o reconozca el derecho pretendido a su favor.-
Ahora bien, en el artículo 26 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, el Legislador patrio consagró el Derecho que tiene todo ciudadano al acceso a los órganos de administración de justicia, que es ejercido mediante la acción. Teniendo así el requisito del interés procesal como elemento de la acción, que deviene de la esfera del derecho individual ostentado por el solicitante que le permite elevar la infracción constitucional o legal ante los órganos de administración de justicia. No es una abstracción para el particular que lo invoca, pudiendo ser abstracto para el resto de la colectividad. Tal presupuesto procesal es entendido como simple requisito o circunstancia de un acto procesal, cuya carencia imposibilita el examen de la pretensión.-
En relación al interés procesal el maestro Italiano PIERO CALAMANDREI, en su obra “Instituciones de Derecho Procesal Civil” (Volumen I, La Acción, p. 269, Ediciones Jurídica Europa América, Buenos Aires, 1973), señaló lo siguiente:
“…El interés procesal en obrar y contradecir surge precisamente cuando se verifica en concreto aquella circunstancia que hace considerar que la satisfacción del interés sustancial tutelado por el derecho, no puede ser ya conseguido sin recurrir a la autoridad judicial: o sea, cuando se verifica en concreto la circunstancia que hace indispensable poner en práctica la garantía jurisdiccional…”.-

En este sentido, considera quien suscribe que el interés procesal surge de la necesidad que tiene una persona, por una circunstancia o situación jurídica real en que se encuentra, de acudir a la vía judicial para que se le reconozca un derecho y evitar un daño injusto, personal o colectivo. El interés procesal ha de manifestarse de la demanda o solicitud y mantenerse a lo largo del proceso, ya que la pérdida del interés procesal conlleva al decaimiento y extinción de la acción. Al ser el interés procesal un requisito de la acción, constatada la falta de éste, se puede declarar de oficio, ya que no hay razón para poner en movimiento a la jurisdicción, si la acción no existe.-
De igual manera, éste Tribunal debe señalar lo establecido en el artículo 16 del Código de Procedimiento Civil, que reza:
“Para proponer la demanda el actor debe tener interés jurídico actual. Además de los casos previstos en la Ley, el interés puede estar limitado a la mera declaración de la existencia o inexistencia de un derecho o de una relación jurídica. No es admisible la demanda de mera declaración cuando el demandante puede obtener la satisfacción completa de su interés mediante una acción diferente”.-

En consecuencia, observar ésta sentenciadora que el interés procesal constituye requisito sine qua non para el ejercicio del derecho a la tutela judicial efectiva, entendido como la necesidad del solicitante de acudir a la vía judicial para que se declare un derecho o se reconozca una situación de hecho a su favor; convirtiéndose así dicho interés en la razón de ser de todo proceso.-
Por cuanto se desprende de una revisión de las actas procesales, como antes se señaló, que no se ha verificado ninguna actuación de la solicitante desde el día 16 de abril de 2007, sin haber constancia alguna de diligencia o escrito capaz de impulsar el proceso, dicha inactividad hace presumir a ésta sentenciadora la pérdida de interés procesal por parte de la solicitante, cuyos efectos son expuestos por sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha 1º de junio de 2001, con ponencia del Magistrado Dr. JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO, a saber:
“…Dentro de las modalidades de extinción de la acción, se encuentra -como lo apunta esta Sala- la pérdida del interés, lo cual puede ser aprehendido por el juez sin que las partes lo aleguen, y que tiene lugar cuando el accionante no quiere que se sentencie la causa, lo que se objetiviza mediante la pérdida total del impulso procesal que le corresponde.-
Se trata de una situación distinta a la de la perención, donde el proceso se paraliza y transcurre el término que extingue la instancia, lo que lleva al juez a que de oficio o a instancia de parte, se declare tal extinción del procedimiento, quedándole al actor la posibilidad de incoar de nuevo la acción. El término de un año (máximo lapso para ello) de paralización, lo consideró el legislador suficiente para que se extinga la instancia, sin que se perjudique la acción, ni el derecho objeto de la pretensión, que quedan vivos, ya que mientras duró la causa la prescripción quedó interrumpida.-
No consideró el legislador que el supuesto de la perención, constituyese una falta de interés procesal, el cual no podía ser certificado por tan corto plazo de inactividad, y por ello la perención no perjudica a la acción.-
Pero la inactividad que denota desinterés procesal, debido a su prolongación negativa en relación con lo que se pretende, debe tener otros efectos, ya que el derecho de obtener con prontitud la decisión correspondiente (artículo 26 constitucional), como tal derecho de la parte, debe ejercerse…”.-

La citada jurisprudencia distingue dentro de las modalidades de la extinción del proceso la pérdida sobrevenida del interés procesal, la cual puede ser aprehendida por el juez sin que las partes la aleguen, y que tiene lugar cuando el solicitante no quiere que se resuelva el asunto, lo que se concreta mediante la pérdida total del impulso procesal que le corresponde. Sus efectos consistirán en la extinción de la acción, los cuales vienen a estar justificados por la conducta del actor o el solicitante, la cual denota una profunda falta de interés del que se le administre una justicia oportuna y expedita.-
Decisión ésta que comparte quien aquí decide, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 321 del Código de Procedimiento Civil, y las aplica al caso que nos ocupa, dado que vista la inactividad procesal de la solicitante a los efectos de impulsar su solicitud, se evidencia el total desinterés procesal, puesto que nos encontramos con una causa paralizada, donde la fecha de la última actuación de los sujetos procesales sobrepasa por mucho el lapso de la perención establecido en el artículo 267 Eiusdem, de lo cual resulta es evidente que la parte solicitante no ha demostrado el más mínimo interés procesal en proseguir la presente acción, ni mucho menos en que se le dicte el fallo correspondiente, puesto que desde el 16 de abril de 2007, hasta la presente fecha, ha transcurrido más de diez (10) años, sin que la parte interesada insistiera de alguna manera, con la continuación del proceso y diera cumplimiento a lo ordenado mediante auto de fecha 10 de enero de 2007. Así se decide.-
En consecuencia, concluye ésta administradora de justicia con arreglo a lo previsto en el artículo 16 del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con una interpretación progresiva de dicho articulado y la jurisprudencia y doctrina antes expuestas, siendo que efectivamente en el caso de marras se pudo comprobar que han transcurrido más de diez (10) años de inactividad procesal y por ende la inminente pérdida del interés en las resultas del presente proceso, mal podría este sentenciador continuar tramitado un asunto en el cual la parte solicitante ha perdido el interés, en razón de ello le es forzoso para éste Juzgado declarar el decaimiento de la acción, por pérdida del interés procesal, en consecuencia, se declara terminado el presente procedimiento en virtud del abandono del trámite. Así se decide.-
-III-
DISPOSITIVA
Por todos los razonamientos antes expuestos, éste Juzgado Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Transito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, Declara:
Primero: EL DECAIMIENTO DE LA ACCIÓN por pérdida del interés procesal, la cual fue incoada por la ciudadana VANESSA CRISTINA JIMÉNEZ CANELÓN, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad No. V-10.338.207, e inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 63.536, actuando en su propio nombre y representación, en consecuencia, se da por terminado el presente procedimiento en virtud del abandono del trámite.-
Segundo: En virtud de lo antes decidido, no hay especial condenatoria en costas.-
Regístrese, publíquese y déjese copia certificada de la anterior decisión en el copiador de sentencias de éste Tribunal.-
Dada, Firmada y Sellada en el Salón de Despacho del Juzgado Undécimo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. En Caracas, a los veinticuatro (24) días del mes de febrero del año dos mil diecisiete (2017). Años 206° de la Independencia y 158° de la Federación.-
LA JUEZ,
LA SECRETARIA,
Dra. MARITZA BETANCOURT MORALES.
Abg. ISBEL QUINTERO.
En esta misma fecha, siendo las 2:57 PM, previo el cumplimiento de las formalidades de Ley, se publicó y registró la anterior sentencia, dejándose en el copiador de sentencia de este Tribunal la copia certificada de conformidad con lo establecido en el artículo 248 de Código de Procedimiento Civil.-
LA SECRETARIA,

ABG. ISBEL QUINTERO.
ASUNTO: AH1B-F-2005-000022
MBM/IQ/Iris.-

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