Diego Rísquez y la venezolanidad permanente

Los artistas desdoblan su genio en motivos estéticos, igualmente expresivos y, por tanto, estimulantes de sensaciones diversas en el observador acucioso. Sus obras reflejan ideas y emociones vividas que comúnmente sintetizan en una particular visión del mundo su propia versión, sin que ello les impida adoptar revelaciones de terceros, mirar al pasado en busca de sentido a los hechos y circunstancias del presente o, en ocasiones, anticipar el futuro, si ello fuere procedente.Naturalmente, intervienen la cultura, el entorno social que de alguna manera les inflige su influjo, también la época histórica y sus movimientos revolucionarios, donde se mezclan e, incluso, cambian los géneros que delimitan criterios particulares o tratamientos temáticos.Son protagonistas de ese curso vital que, sin duda, se manifiesta de manera contundente en toda sociedad humana. Entre ellos, los vanguardistas son innovadores que empujan los límites conocidos como norma imperante, los abanderados de la libertad de expresión manifestada en cambios de estructura y de parámetros inventivos.Abren nuevos caminos o nuevas vertientes al pensamiento y quehacer humanos.El cine se convierte en arte de extraordinario alcance popular, difusor de imágenes, ambientes, costumbres, conceptos e ideologías que ejercen poderosa influencia en las más diversas audiencias. También es pasatiempo que recrea y previene en alguna medida a los públicos más diversos. Al cineasta se le tiene igualmente por artista que, de suyo, imprime su propio estilo a cada narración, el ubicuo director que todo lo interviene en el proceso creativo de la cinta en cuestión.Cada película entraña un riesgo, tiene su propia inspiración y usualmente va dirigida a un público y propósito determinados. Como toda creación artística, debe vérsela sin prejuicio alguno. No hay duda de que los sucesos de las películas producen efectos en las audiencias y generan interrogantes que apenas conseguirían respuestas contundentes. De allí que el cine se transforme en uno de los principales medios definitorios de la cultura de un pueblo. Obviamente, muchas películas de Hollywood no se proponen formar ciudadanos pensantes.Diego Rísquez fue un cineasta de vanguardia, un artista que quiso esencialmente desligarse de la narrativa convencional, llevando su propuesta más allá del espectáculo en que suele situarse el cine taquillero de nuestro tiempo. Se decía convencido que el siglo XXI es un siglo audiovisual, y en tal sentido...

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