Es sabroso saber que algunos me quieren

Antonio Potro Álvarez se reinventó hace poco más de un año. Su filiación con el gobierno del presidente Hugo Chávez, el fracaso en las grandes ligas y su paso por varios equipos de la pelota local, avivaron los abucheos y recurrentes gritos de Yegua. Sin embargo, la sociedad con los reguetoneros Chino y Nacho le permitió reivindicarse con parte de la afición, la mayoría femenina, que ahora lo recibe con el coro: Orquídea, orquídea.

Es sabroso saber que algu nos me quieren, contestó el jardinero de las Águilas del Zulia con una velocidad pasmosa, pues tenía la respuesta antes que concluyera la pregunta. Se me abrió una ventana y ahora soy cantante. Pero sigo siendo el mismo Álvarez, de 31 años de edad, recordó que comenzó a trabajar con Chino en 2009, antes de unirse a los Caribes de Anzoátegui, con quienes cosechó números respetables average de .305, 10 jonrones y 29 remolcadas.

Uno de mis tantos sueños de adolescente era ser músico.

Y el beisbol me acercó, porque cuando uno va a batear le ponen música. Así que le dije Chino que quería una canción para mí. Así nació Lo que no sabes tú, relató.

El éxito de su debut como re guetonero lo entusiasmó, y el mes pasado lanzó Bla, bla, bla.

Con los videos de esas canciones le he demostrado al mundo que Venezuela no es una mierda, como piensan. Porque siempre que viajaba, me decían que el país se estaba cayendo. Y no es así, aseguró el ex grandeliga, que entre 2002 y 2004 consumió 64 turnos con los Piratas de Pittsburgh.

Crítica a los fanáticos. Sin em bargo, todavía no se ha ganado la simpatía de...

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