La GAN es el Louvre que no tenemos

Francisco Da Antonio, ex director de la Galería de Arte Nacional, considera que el divorcio entre museos y las nuevas generaciones es evidente. Lo atribuye al hecho de que la pintura es un arte muy difícil. Es un arte del silencio, dice. El investigador entiende que un grupo de rock o de salsa llene un estadio, pero que nadie espere que los jóvenes vayan en multitudes a ver una exposición. No lo atribuyo tanto a ellos, sino a nuestras fallas y carencias de los últimos años. Recuerdo que, incluso hasta la década de los ochenta, los museos se llenaban de gente de todas las edades, igual el teatro. Todo funcionaba, señala. --¿Por qué cree que el pú blico ha mermado en las instituciones? --En los últimos años se ha formulado una crítica con respecto a que los museos eran solamente visitados por los pudientes, la pequeña burguesía, la aristocracia. Para mí el problema no es quién los visita, sino que todos acudan. No me preocupa que vengan en alpargatas o en esmoquin, lo importante es que si la gente de traje o los que tienen carro son los que van a los museos, motivemos también al resto. No nos planteemos el problema de que son sólo aquellos y no estos, y ahora vamos a hacer una programación sólo para estos. El disfrute del arte no es un problema de clase ni de nivel económico o social, es un problema cultural. Es preferible tener los museos, las galerías, los teatros llenos antes que vacíos porque se considera que ello sólo beneficia a los otros, a otra gente, a un cierto sector. --¿Ha habido un mea culpa institucional? --Cuando estuve como presidente, y luego como director de la GAN, en más de una oportunidad participé en reuniones con Francisco Sesto, el entonces ministro de Cultura, en las que expresé que ojalá el Presidente convocara a la gente, que pronunciara tres palabras ante la gran audiencia que tenía y que no ha perdido: Visiten los museos. Si él solamente dijera eso, la gente comenzaría a hacerlo. Es como un producto que se vende, aunque el vocablo producto pueda resultar incómodo. Pero viéndolo en un sentido pragmático, el producto que generan los museos es cultura. Entonces, vamos a venderlos, a crear esa imagen para que los visiten. A mí no me gusta hacer críticas radicales porque en este momento terminan siendo politizadas. Más bien me preocupa el estudio de los orígenes del problema y las posibles soluciones. --¿Se está enderezando el entuerto en los museos? --Mire una cosa sencilla: la exposición del pintor Pablo Wenceslao...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR