Cuando una gloria del deporte venezolano incurre en dopaje

Los dueños de los equipos en las Grandes Ligas miraron a otro lado por mucho tiempo, mientras se rumoraba a gritos que decenas de estrellas se dopaban para lograr notables números en los años 90 y parte de la década de 2000.Aquello, sin embargo, no pue de servir para seguir fustigando a la MLB. Muchas iniciativas de la oficina del comisionado en los últimos dos lustros han sido firmes. No han ido más lejos por las trabas de la Asociación de Peloteros.La LVBP no tuvo política an tidopaje hasta hace poco. La anterior Ley del Deporte establecía que era prerrogativa del IND, y el IND dejó de hacer exámenes, los pocos que se hicieron, hace más de una década.Eso no puede ser usado pa ra fustigar al circuito rentado.Pudiendo mantener las cosas como estaban, los equipos y la directiva de la liga emprendieron una tarea loable, por cuan to cuida la salud de los peloteros y preserva el juego limpio, a costa de disgustos, como el reciente caso de Alex Cabrera.Diseñar una política antido paje a la vanguardia del deporte profesional venezolano es una iniciativa que merece apoyo. La única crítica que podría hacerse es la misma que, por cierto, hemos escuchado de parte de autoridades del IND: los castigos deberían ser más duros. Y no lo son, porque el beisbol aún va a la zaga en la lucha que encabeza la Agencia Mundial Antidopaje.En todo lo demás, la LVBP merece aplauso, porque lucha para mantener la credibilidad del juego y cuidar de sí mismos a quienes sienten la tentación de transgredir la norma. Y Cabrera la transgredió.Al menos tres veces ha sido vinculado al consumo de sustancias prohibidas: en la gran carpa, en México y en Venezuela. En Japón no ocurrió, aunque cabe precisar que en ese país no hubo exámenes antes de 2007, en los mejores torneos del oriental.La sentencia de la Corte Se...

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