¿Y que será de la hallaca este año?

Usualmente los venezolanos nos preguntamos al finalizar cada año ¿cuánto costará la hallaca? Tomamos el alimento más emblemático que tiene nuestra cesta navideña y que simboliza nuestras raíces y tradiciones y lo usamos como una manera de explicar o medir de manera gráfica la inflación y el costo de la vida en el cierre de cada año. ¿Qué será de los venezolanos cuando no probemos las hallacas en diciembre? Este ejercicio alegre y em blemático podría tornarse un tanto complicado este año, cuando ya no sólo se trata de valorar la hallaca, sino de agrupar los ingredientes que la componen en un contexto de baja producción interna y crecientes importaciones. Cuando vamos al mercado no es fácil encontrar los productos que buscamos; de hecho, se ha vuelto habitual que tengamos que ir a varios lugares similares para completar la compra planificada. Por otra parte, la poca var iedad de ofertas nos obliga a sustituir los productos que deseamos, por ejemplo, la leche por bebidas lácteas similares. No nos queda más que comprar lo que hay, sin importar marca, calidad o procedencia. Esta realidad que vivimos los venezolanos tiene sus orígenes en la progresiva implantación de un régimen económico-social distinto del adoptado por la mayoría de los países de la región. No nos referimos...

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