Luis Arroyo convierte la música en dibujo

Luis Arroyo se formuló una pregunta: ¿Es posible capturar las fuerzas de la música antes de convertirse en sonido? La respuesta está en las piezas que exhibe desde el domingo en la individual Traducciones. Se trata de una serie de obras sobre papel, en su mayoría sobre pentagramas, que destacan la cualidad de dibujo que poseen tanto el lenguaje musical como los impulsos eléctricos y las representaciones cartográficas. Las creaciones parten de la idea de que la sonoridad es susceptible de ser traducida a otros códigos. Mantienen la idea de ritmo como patrón visual explorada por Alejandro Otero, pero son además apuntes de lectura del libro Mil mesetas, en el que el filó sofo francés Gilles Deleuze y el psicoanalista Félix Guattari establecen relaciones entre la filosofía y otras áreas de la vida, como el arte, a través de la invención de un territorio transdiciplinario. Arroyo define su trabajo co mo dibujo nómada, porque lo traspasa todo. Es la línea que atraviesa constantemente las diversas situaciones de la vida, la existencia cultural. Una pieza, por ejemplo, se llama Varia ciones para piano nómada. Son partituras para ser ejecutadas después por un músico. Sería la intención de toda la obra expuesta, señala. La sala de la galería Carmen Araujo Arte alberga varias series. Algunas parecieran ser creaciones en grafito o tinta sobre papel, la manera más tradicional de dibujar, pero una mirada más cercana revela que se trata de un amplio abanico de propuestas que van desde...

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