Michael Jackson, el semidiós que murió

Han pasado cinco años desde la muerte del Rey del Pop, suficiente tiempo para dejar de hablar de las controversias que generó, el blanqueamiento de su piel, los juicios que enfrentó, la obsesión por modificar su apariencia, así como de sus fobias y excentricidades. Quizá sea lo correcto dejar de lado, al menos por hoy, la constante pugna por el manejo de su patrimonio, las cifras del negocio de sus obras póstumas, los detalles del pleito legal que involucró a su médico Conrad Murray y las dosis exactas del cocktail de medicamentos, incluido el fulminante propofol, que lo mató.Hoy, a un lustro exacto de aquel lunes, en el cual el mundo se conmocionó ante una noticia trágica que involucraba al mejor performer en la historia del pop, llegó la hora de hablar de Michael Joseph Jackson, sobre quien mucho se ha dicho, pero entre tanto ruido y parloteo intrascendente aún queda tanto por decir.Podría afirmarse que en él confluyen dos eras del negocio musical. Nació en una cuna de soul, RyB y otras especies, un mundo en el que se aplaudía a artistas que gozaban de una concentración de talento extraordinaria. Y logró mutar, aún cuando ya había perdido la voz prodigiosa del chiquillo que nació en Gary, Indiana, y que brilló resaltando entre sus hermanos, para adaptarse a un mercado musical en el que las estrellas generalmente no nacen sino que se fabrican. Jackson fue un rey en la primera era. Y lo fue -y lo sigue siendo -en la segunda.Sobre su capacidad para bai lar han discutido grandes exponentes de danza contemporánea. La expresión corporal fue determinante desde sus primeras actuaciones, pero con el tiempo el bailarín natural se fue convirtiendo, cada vez más, en un perfeccionista.Un gesto suyo, una mano en la entrepierna, el moonwalk , todo se convirtió irremediablemente en parte de la cultura pop. Coreografías de Thriller, Beat It, Bad o Smooth Criminal, proyectadas a través de sus respectivos videoclips, pasaron a ser cátedras de baile para profesionales o entretenimiento para fans.Jackson no hacía nada par cialmente. No hablaba en voz baja, a pesar de su timidez crónica. Cada producción era de...

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