Muchas razones para revocarlo

El único golpe que hubo ayer fue el golpe de tambor que sonó, sabroso, en la plaza Francia de Altamira. ¡Fuera, fuera!, respondían todos para acompañar al solista que improvisaba versos sobre el principal propósito de la Toma de Caracas: el revocatorio del mandato de Nicolás Maduro para un cambio en la conducción del país.La mayor algarabía se sin tió, y se contagió, en la avenida Francisco de Miranda. Allí estuvo María Gómez, procedente de Caucagua. Los venezolanos estamos pasando hambre, estamos débiles de cuerpo, pero muy fuertes de espíritu, dijo la mujer de 67 años de edad.Vestía franela blanca, como la mayoría de los manifestantes.Y sonreía, pues está convencida de que pronto vendrán tiempos mejores.Grimaldo López confirmó el ánimo esperanzador de la movilización convocada por la Mesa de la Unidad Democrática: El gobierno nos quiere doblegar con muchas calamidades que nos angustian, pero hoy nos reencontramos todos en la calle y nos damos cuenta de que podemos sacar a Venezuela del foso en que el chavismo la ha metido; en paz, sin violencia. ¡Sí se puede, sí se puede!, gritaba Grimaldo López, que vive en Petare. El hombre, de 50 años de edad, llevaba una bandera nacional que mostraba como un tesoro porque en esta ha acumulado las firmas de Leopoldo López, Yon Goicoechea y Antonio Ledezma, entre otros dirigentes políticos.Yo no estoy muerto, estoy marchando. La música de Rubén Blades puso a bailar a muchas, las letras invitaban a la reflexión: Prohibieron las garantías y el fin constitucional. Prohibieron todas las ciencias, excepto la militar. Prohibiendo el derecho a queja, prohibieron el preguntar. Hoy te sugiero, mi herma no, pa’ que no vuelva a pasar, ¡prohibido olvidar!.Así ocurrió en la avenida Li bertador, el segundo lugar de concentración fijado por la MUD, que se llenó desde el liceo Gustavo Herrera hasta la Torre Exa. Cerca de la tarima, ubicada en el extremo este, Alfonso López resumía algunas de las razones que lo motivaron a protestar ayer.Cuando fui a validar mi fir ma el CNE me declaró fallecido. Después de dos meses de haber hecho mi reclamo, no me han contestado nada. Pero yo no estoy muerto, estoy marchando. Aquí estoy...

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