La Piedrita extendió sus operaciones a otras parroquias de Caracas

Llegan de manera violenta, como si se tratara de una operación tipo comando. Visten de negro y ocultan los rostros con capuchas. Usan armas largas y, en ocasiones, se apoyan en presuntos funcionarios de la Guardia Nacional. Lo que vivimos no puede ser calificado de otra manera que no sea terrorismo. Nunca había visto algo así. La Piedrita pasó en busca de alguien y aprovechó para robarnos y amedrentarnos. La GN está metida en todo esto, los funcionarios trabajan para La Piedrita, dijo un residente de la pensión Giuseppe, localizada en la parroquia San Juan, al relatar el incidente ocurrido el pasado 8 de marzo. Los testimonios de dos inci dentes ocurridos en la avenida San Martín coinciden en que así opera el colectivo, que nació hace 25 años en el 23 de Enero, pero que desde hace aproximadamente un año extendió sus operaciones a otras zonas de Caracas. Con temor a declarar y des de el anonimato, los residentes de tres pensiones localizadas en la esquina de Aguacate, cerca de la plaza Capuchinos, en San Juan, denunciaron que hace dos semanas ese grupo armado entró a la fuerza a los alojamientos en busca de una persona. El martes 6 de marzo en la noche, dos de esos hospedajes fueron allanados por más de 22 hombres vestidos de negro y con capuchas. Según testimonios, con ellos estaban 5 presuntos funcionarios de la Guardia Nacional, pues tenían uniformes del cuerpo castrense. En las dos residencias todos los presentes fueron despojados de los teléfonos celulares y artículos de valor. Luego, a las 10:00 pm, el gru po de hombres entró a la fuerza al hospedaje hotel La Perinola. Entraron disparando para intimidar a quienes allí residen. Posteriormente se metieron en las habitaciones. Los huecos que se observan en casi todas las puertas evidencian que fueron abiertas con patadas. Eso fue tiro y tiro desde que llegaron. Como me asusté y no quería que me hicieran nada, me acosté y me tapé los oídos. Lo lamentable es que esos hombres mataron al mocho, relató una mujer. Kenlly Zapata Quero, de 32 años de edad, con discapacidad en una pierna, intentó impedir que el grupo de personas atacara a una mujer que estaba en la recepción de la posada. Defenderla le costó la vida, pues los atacantes le dieron múltiples balazos. En el hecho, otro residente, Meisler Lugo, de 55 años de edad, resultó herido en el brazo izquierdo. Mientras la mujer mostraba las perforaciones que dejaron los proyectiles en una lavadora colocada al final de un pasillo, afirmó que el...

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