Plato, the source of utopias / Platón, origen de las utopías.

AutorBaloa, Andres Suzzarini
CargoEnsayo cr

Hablaremos aqui de la utopia platonica, refiriendonos con ello a las ideas de Platon relativas al diseno de una sociedad perfectamente organizada. En otro trabajo, titulado Socialismo y utopia (1), hemos tratado lo concerniente a las doctrinas nacidas en el siglo XVII que buscaban la instauracion de sociedades racional y cientificamente organizadas con el proposito de alcanzar la superacion de los males sociales y de la infelicidad de los hombres; asimismo, lo concerniente a los llamados "socialismo utopico" y "socialismo cientifico", formas mas recientes de utopias que tenian los mismos propositos. Esos propositos redentoristas tienen su mas antiguo antecedente en la obra de Platon, si bien el concepto de utopia se forma historicamente, con todas las implicaciones conocidas, especialmente la de fantasia irrealizable, a partir de la obra de Tomas Moro y concluye con la obra de Marx y Engels (2). Hemos afirmado que la acusacion de irrealizable no es logicamente sostenible, y que respecto a su aplicabilidad practica, si bien podemos afirmar que algunas de ellas no se han realizado, o despues de una existencia eventual han desaparecido, sin embargo han tenido una decisiva influencia en muchas reformas sociales de caracter parcial, especialmente en lo que se refiere a la formulacion del derecho laboral y en la elaboracion de leyes que buscan la proteccion de los trabajadores.

La Republica platonica es la primera formulacion historicamente dada de una utopia. Consideramos que ella contiene peculiaridades que la singularizan en la historia de las utopias y que siendo ella inspiradora, no parece haber sido totalmente comprendida por los utopistas posteriores, quienes le asignan afirmaciones que tergiversan el pensamiento politico platonico, como el sostener la necesidad de eliminar la propiedad privada, o la comunidad de mujeres e hijos, etc.

Si aspiramos a reorganizar la sociedad para corregir posibles defectos es porque pensamos que tales defectos existen ciertamente en ella y que en efecto pueden ser corregidos. Hasta que punto pueden ser corregidos es tambien problema a dilucidar. Para Platon, el problema de la naturaleza humana plantea al respecto problemas insolubles. Por mucho que nos propongamos perfeccionar la manera de organizacion de las colectividades humanas para hacerlas mas funcionales y consecuentemente mas gratas y menos traumaticas para los individuos que encontramos en ellas, existe una esencial imposibilidad para llegar a un estado tal en el que no necesitemos ya mejorarlas en algun aspecto. Esta dificultad estriba por una parte en la insuficiencia de la naturaleza humana, en el caracter limitado tanto de sus facultades fisicas como de las intelectuales, pero asimismo en la condicion ontologica misma del objeto que es la organizacion social de los hombres. Cuando hablamos de condicion ortologica nos estamos refiriendo precisamente a lo que el mismo Platon concibe como tal, siendo entonces su concepcion acerca de la sociedad y la politica dependiente de su concepcion filosofica general. Asi, la condicion ontologica de la organizacion social forma parte de lo que el llama "mundo visible", por oposicion al "mundo inteligible", oposicion que constituye el fundamento de su "teoria de las ideas", la cual es a su vez el fundamento y la sintesis de todo su pensamiento. Una exposicion aun sumaria de esa teoria excederia los limites propuestos en este trabajo, pues de hecho ella se encuentra repartida a traves de toda la obra platonica, no solo como fundamento de cada tema tratado en cada caso, sino tambien como proceso evolutivo desde los primeros a los ultimos dialogos (3).

En efecto, las concepciones de Platon acerca de la politica y la etica, lo mismo que las opiniones de orden metafisico, mas profundas y fundamentales, se empiezan a formar desde su mas temprana juventud de la mano de su maestro Socrates, introductor en el curso de la filosofia griega de los temas politicos y morales, cuando centra en el alma humana la preocupacion fundamental del filosofo (4). De esos temas sera fiel y original continuador su discipulo, quien encontrara soluciones que no era posible suponer en el maestro (5). A este orden de temas corresponde precisamente la idea de una reforma de la sociedad que se contiene en todo diseno de una utopia. Sin embargo, no podemos obviar una muy breve referencia a esa oposicion, entre mundo visible y mundo inteligible, en la medida en que explica la diferencia que podemos encontrar entre el diseno de una ciudad, en su modelo, y en su concrecion practica.

Asi, pues, la oposicion entre un mundo inteligible y un mundo visible o sensible, expresa una relacion de fundamentacion ontologica entre lo inteligible y lo visible, en la cual lo inteligible sirve de fundamento a lo visible y explica la condicion ontologica de este. Lo visible, el mundo de los sentidos, tiene como caracteristica la variedad y la multiplicidad, los objetos que en el se nos aparecen lo hacen bajo multiples y contrarias perspectivas: una misma cosa puede ser a la vez buena y mala, justa o injusta, grande o pequena. Ello hace que resulte imposible predicar en propiedad el ser de esos objetos en ellos mismos; su condicion cambiante hace imposible decir que cosas son en propiedad, pues en un momento son una cosa y en otro otra. Por eso resulta necesario buscar en otra parte, que no en ellos, su propio ser. Es precisamente en el mundo inteligible donde se encuentra el ser de los objetos visibles. El mundo inteligible se encuentra constituido por ideas unicas e invariables a las cuales serian mas o menos semejantes, pero nunca identicos, los objetos del mundo visible, y serian el ser verdadero de estos ultimos. Pero no es dado a todos los hombres la posibilidad de contemplar los objetos del mundo inteligible; solo el filosofo es capaz de ello, y de conocer la diferencia entre ambos mundos, aquel de los objetos unicos e invariables y aquel de objetos multiples y cambiantes (Rep. 476 c). Esto nos resultara claro si consideramos el caso de quienes se dedican al estudio de la geometria, los cuales > (Rep. 510 d). Y es patente asimismo para el filosofo que la realidad verdadera es la que corresponde al mundo inteligible, realidad que, siendo esencia en si misma, es esencia de los objetos del mundo visible, y por tanto fundamento de su realidad, realidad de menor grado con respecto a la realidad de los objetos del mundo inteligible. El filosofo conociendo asi las verdaderas realidades, estara en condiciones de trazar el diseno mas aproximado de cualquier objeto sensible que desee construir. Asi una ciudad terrena cualquiera, como objeto que es del mundo visible, seria semejante, pero nunca identica, a la ciudad ideal unica e invariable del mundo inteligible. Por otra parte, cuando queremos planificar una ciudad terrena, la planificacion consiste en la elaboracion de un modelo o diseno al cual, en el caso de que se realice, la ciudad planificada se asemejara, pero tampoco sera identico a el. Es lo mismo que ocurriria en el caso de un retrato y su modelo. La construccion de una ciudad es una labor analoga a la fabricacion de un objeto artesanal, y la ciudad un producto igualmente analogo y con el mismo estatus ontologico. Cuando un carpintero construye una silla, se guia para ello por un modelo o diseno previamente trazado en un papel o en la mente misma del carpintero. El resultado, la silla, sera semejante al modelo, simple conjunto de trazos, pero sera un objeto distinto a su modelo, y su semejanza con el modelo dependera de la habilidad del carpintero, segun se cina en mayor o menor medida al diseno previamente trazado. De la misma manera, el constructor de una ciudad ha de seguir un cierto modelo, elaborado por el mismo o por otro, tratando de que el resultado, la nueva ciudad sea semejante al modelo, pero modelo y ciudad, aun siendo semejantes, seran objetos distintos. En su tarea, el carpintero y el constructor de ciudades pueden guiarse por un modelo visible, pero tambien podrian hacerlo siguiendo el modelo perfecto de la silla esencial, en el primer caso, o de la ciudad esencial, en el segundo, y siendo como son habiles constructores en sus respectivos oficios harian la...

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