Populismo y democracia en América Latina

AutorEgda Ortiz Mármol
CargoUniversidad del Zulia-Núcleo Costa Oriental del Lago Coordinación de Postgrado e Investigación egda1478@yahoo.com
Páginas44-62

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1. Introducción

En el presente artículo se analiza la relación entre populismo y democracia en América Latina, mediante una revisión teórico-conceptual de ambos fenómenos políticos. Las conceptuaciones respectivas se complementan con el análisis de características y aspectos que los relacionan.

Por la amplitud de ambos fenómenos, el análisis se concentra en los siguientes aspectos: la importancia del pueblo en la concepción populista; el origen y evolución del populismo y la democracia en el marco de la constitución del Estado; las características y los aspectos seleccionados para relacionar ambos fenómenos; el liderazgo, el nuevo populismo y el caso venezolano ante el nuevo liderazgo populista en la región.

Finalmente, se presentan las notas y conclusiones que indican la importancia del fortalecimiento democrático en Latinoamérica.

2. El pueblo en la concepción populista

En la definición de populismo, el pueblo constituye su aspecto central; así es expuesto por los siguientes autores.

Según Wills, el credo y el movimiento populista tienen como base la virtud que reside en el pueblo auténtico que constituye la mayoría y tradiciones colectivas (Ionescu-Gullner, 1971) (Bobbio, 1998). También Shills considera la supremacía de la voluntad del pueblo, y su relación con el liderazgo. Sin embargo, según Bobbio (ibid), el pueblo también es asumido Page 45 como mito más allá de una exacta definición terminológica a nivel lírico o emotivo, y con una matriz más literaria que política o filosófica.

Para Bobbio pueden ser definidas como populistas "aquellas fórmulas políticas por las cuales el pueblo, considerado como conjunto social homogéneo y como depositario exclusivo de valores positivos, específicos y permanentes, es fuente principal de inspiración y objeto constante de referencia (op.cit.: 32).

En el caso que nos ocupa, Germani, di Tella e Ianni, en "Populismo y contradicciones de clase en Latinoamérica", se refieren al pueblo en relación a una problemática tanto política, económica y social en la historia de América Latina, al enfrentar hechos como: el nacionalismo económico, antiimperialismo, desarrollismo, industrialización, urbanización, política exterior independiente entre otros.

3. Origen y evolución del populismo y la democracia

Asociado a la modernización económica y / o proceso de industrialización, para Stewart el populismo surge ya sea "por las tensiones entre los países atrasados y los más avanzados, ya sea por las tensiones entre las partes desarrolladas y las partes atrasadas del país" (Ionescu-Gellner, 1972) (Bobbio, 1998: 1251). Por su parte, Pollack se refiere al populismo norteamericano, como "resultado de una interacción entre los intelectuales agrarios con su crítica del trabajo industrial y de los intelectuales urbanos que aceptan el industrialismo" (Pollack, 1962).

Surge el populismo como recurso natural de una sociedad en crisis dividida entre el sector tradicional y el sector moderno. Según Stewart cuando las ideologías y los movimientos afrontan la industrialización y sus consecuencias se les considera externos, inapropiados a ambas cosas. Según este autor, en el peronismo el modelo es más complicado dada su sensibilidad por el nacionalismo populista a causa del rechazo del socialismo, del sindicalismo y del anarquismo por parte de la base de masa, mientras la elite del movimiento era influida por el fascismo italiano (Ionescu-Gellner, 1972).

El populismo no sólo ha sido fenómeno de los países desarrollados, sino por el contrario encuentra experiencias fértiles en América Latina, encontrándose estrechamente relacionado a la construcción del Estado y al origen y evolución de la democracia.

Según Germani, desde la perspectiva de la teoría de la modernización, la evolución de los países iberoamericanos puede resumirse en una serie de estadios sucesivos con transiciones y particularidades de los países Page 46 en vías de desarrollo; y aunque el esquema presenta limitaciones, el autor lo expone por su valor práctico. El estadio I presenta las guerras de liberación y proclamación formal de la independencia, y el Vía-último estadio-expone las "revoluciones "nacionales populares" (como una alternativa posible de las tres anteriores formas de democracia: la "limitada", la "extensa" o la "total" (Germani, 1973).

En su evolución, las sociedades latinoamericanas en el proceso de construcción estatal se destacan con un proyecto hegemónico que presenta dos etapas: la primera, de afirmación de lo nacional-popular, y la segunda, de afirmación de lo democrático.

Según Ramos (1997), a la primera etapa correspondería el discurso populista-nacionalista del pensamiento político regional de la primera mitad del siglo XX. En esta misma etapa se busca una identidad local y regional que supere las distinciones de clase. A la segunda etapa correspondería el discurso democrático, como propuesta hegemónica que incorpora el objetivo de ampliar la participación dentro del contexto de construcción del Estado. En este nuevo proyecto hegemónico, la mediación institucional comprende al Estado, los partidos políticos mayoritarios y ciertos movimientos sociales como obreros, campesinos o de clases medias.

En tal sentido, si en el siglo XIX los pensadores latinoamericanos habían supeditado el funcionamiento de la democracia a la construcción nacional en marcha, ésta constituía un "proyecto de orden" orientado hacia la superación del "caos y la anarquía" que sucede a la independencia. En el siglo XX, las reflexiones sobre la democracia son cada vez más importantes, adquiriendo sentido político y con significado para la región; y en los sesenta se les relaciona estrechamente con el desarrollo político y la dependencia.

En el siglo XX, se distinguen también dos tiempos o etapas en la evolución del populismo latinoamericano; Salamanca (2005), se refiere a dos generaciones de populismo; Arenas (2006), lo hace al referirse a los populismos de antes y los de ahora.

Si las expresiones históricas del populismo en la región florecieron en condiciones de transición hacia la modernización, las que estamos presenciando en este momento parecieran conectarse con el agotamiento de este proceso (Oxhorn, 1998) (Arenas y Gómez, 2006: 80).

Precisamente Salamanca distingue rasgos que permanecen en ambas etapas de los que son propios a cada una de éstas. Para el populismo de inicios del siglo XX, el autor refiere: -incorporador de grandes masas depauperadas; -contexto político de reales oligarquías económicas, sociales y Page 47 políticas; -sin participación popular; -no hay ciudadanía; - grandes masas excluidas del sistema político; -aparición de nuevos movimientos políticos; -movilización de sectores; -liderazgo de clase media; -líder carismático en algunos casos; y -no hay visión ideológica coherente. Para el populismo de los años setenta expresa:-darle poder e incorporar al pueblo; -rechazo a los partidos; -relación directa líder-pueblo; -propuesta fuertemente nacionalista con antinorteamericanismo muy marcado; -rechazo al esquema democrático-liberal; -clase media no es el actor organizador más importante; y -oferta radical de la distribución de la riqueza.

La mayor parte de los observadores reconoce, sin embargo, que los fenómenos políticos en que se inscriben los nuevos liderazgos latinoamericanos no son fácilmente identificables con el populismo de los años 40: Zermeño se refiere a ellos como "neopopulismos", en tanto está ausente un sujeto popular global y uniforme, un "pueblo" en el sentido lato del término (Novaro, 1996: 90).

4. Concepciones de populismo y democracia latinoamericana

Respecto al populismo diversos autores han coincidido en la ambigüedad o confusión al momento de definir este fenómeno político. Asociado con las democracias latinoamericanas nace en la primera mitad del siglo XX, y en las dos últimas décadas del siglo se transforma en neopopulismo.

Los autores se refieren a él de múltiples maneras: como credo, movimiento de reforma oportunista, síndrome político o arma organizacional (Wiles, 1969: 203-204; Hennesy, 1969: 39), como concepción sobre la política con un estilo de liderazgo oportunista (Romero, 1987: 31, 1994: 2526), como proceso político (Germani, di Tella e Ianni, 1997: 140), como fenómeno pasajero y como discurso político (de la Torre, 1998: 131-133), como fórmula política (Incisa di Camerata, 1997: 21-22) y como régimen (Num, 1998: 50) (Méndez y Morales, 2005: 83-84).

Entre algunas de las concepciones mencionadas tenemos: en opinión de T.S. di Tella el populismo es, un movimiento político con fuerte apoyo popular, con la participación de sectores de clases no obreras con importante influencia en el partido, y sustentador de una ideología anti-statu quo (di Tella, 1973: 47-48).

Por su parte en opinión de Ianni: "el populismo es un movimiento de masas que aparece en el centro de las rupturas estructurales que acompañan a las crisis del sistema capitalista mundial y las correspondientes crisis de las oligarquías latinoamericanas... Así, en varios aspectos, el populismo latinoamericano corresponde a Page 48 una etapa determinada en la evolución de las contradicciones entre la sociedad nacional y la economía dependiente" (Ianni, 1973: 85).

Existen contribuciones más recientes a la teoría del populismo, entre éstas se encuentran las de Ernesto Laclau desde la perspectiva marxista; su enfoque excede aunque también incluye los populismos latinoamericanos. Este enfoque critica los análisis clásicos y entre ellos los expuestos por Germani y di Tella. Para Laclau la...

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