Pórtico

AutorCarlos Simón Bello Rengifo
Páginas37-37
Pórtico
En los tiempos crepusculares que vive Venezuela parece un sinsentido, casi
un despropósito, reexionar sobre el tema de la corrupción, tanto porque
se trata de un fenómeno que no despierta el debido rechazo social, no di-
gamos institucional, donde mejor hablar de complacencia y complicidad,
como, porque, por vía de consecuencia, las normas jurídicas que le co-
rresponden prevenirla, denirla, investigarla, juzgarla y condenarla están
totalmente ausentes, carecen de vigencia.
Sin embargo, son precisamente los ciclos oscuros de la vida, tanto de los in-
dividuos como de las naciones, los más propicios para invitar a los fantasmas
de la civilidad a que reencarnen en acciones y conciencias en procura de
una vida mejor. De tanto tocar sus puertas, en algún momento despertarán
y se encarnarán en las acciones y en la conciencia de una sociedad que si bien
ahora parece yerta, tengo la esperanza que en algún momento retomará su
hálito vital y ofrecerá la oportunidad de desarrollarse como seres autónomos
y morales de quienes en ella encuentren la posibilidad y el mundo de su
realización como seres libres y responsables. Aspirar a vivir en libertad, en
democracia y con decencia no es un sueño, sino un deber, tan apremiante
y exigente, cuanto más ausente esté en la vida colectiva e individual de la
tierra que Dios nos ha dado como patria.

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