Quiero devolverle las llaves a Elías Jaua porque ahí perdí a mi familia

Tres días después, en el pasillo del edificio donde mataron a nueve personas durante una fiesta en un apartamento de la urbanización Lomas de La Guadalupe, en Ocumare del Tuy, todavía estaban las botellas de cerveza vacías y los restos de sangre en las paredes. El tiroteo dejó agujeros en una tanquilla de gas y en una columna que indican que allí mataron a siete integrantes de la familia Urbano y a dos de sus vecinos.En los otros apartamentos cie rran las ventanas y se asoman con temor entre las sábanas que usan como cortinas cuando ven a desconocidos. En la planta baja, desde el apartamento contiguo al de los Urbano una mujer dice que no siente miedo: No tengo problemas con nadie, pero no abre la puerta.Nunca había vivido algo así y eso que siempre estuve en un barrio. Vive allí con sus cinco nietos, su hija y su yerno luego de que el gobierno los sacó de un barrio inestable en Manicomio y los trasladó al urbanismo de la Misión Vivienda.En el edificio de enfrente no se atreven a acercarse al bloque donde ocurrió la masacre.Escuché los tiros. Fue un rato largo pero como no se oían gritos seguimos durmiendo, comenta otra vecina que vivía en El Junquito y hace dos semanas se mudó a la zona.Los apartamentos 3B, 4B y 2B que ocupaba la numerosa familia de 13 hermanos que integraban los Urbano están vacíos.Dicen que no volverán porque temen que terminen de matar al resto. La balacera del domingo 26 de abril en la madrugada los convirtió en desplazados.Quiero devolverle las llaves de esos apartamentos a Elías Jaua porque ahí perdí a mi familia, expresó la madre de Yovel Urbano mientras enterraba a su hijo en el Cementerio Municipal de Charallave.El joven de 20 años de edad se acababa de graduar de bachiller y trabajaba como chofer. Era primo de los cuatro hermanos asesinados y el último que enterraron el miércoles 29 de abril. Él y su mamá también fueron adjudicados en el conjunto residencial, pero todavía no se habían instalado.Los Urbano vivían en una in vasión cerca del relleno sanitario de La Bonanza, adonde llegan los desechos de la capital y de casi todo el estado Miran da. Allí trabajaban. Sus ranchos fueron demolidos cuando les adjudicaron los tres apartamentos en Lomas de La Guadalupe. El 27 de marzo les entregaron las llaves de las viviendas a ellos y a 60 familias más. El sábado 25 de abril celebraban un cumpleaños e invitaron a tíos y primos para también festejar que tenían un apartamento.La fiesta era dentro de la vi vienda y se...

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