Los recuerdos de mi padre

Ellos fueron queridos por la gente. Cada uno, desde su campo de acción, fue capaz de dejar un legado digno de recordar. Las impecables composiciones musicales de Aldemaro Romero, la genialidad reflexiva de Aquiles Nazoa, el histrionismo hilarante de Charles Barry y la intelectualidad y seriedad de Pedro Penzini Fleury se convirtieron en el patrimonio heredado de quienes les admiraban. Sin embargo, tras la etiqueta de personalidad pública había -como era de esperarse- hombres con vidas familiares comunes y corrientes que se encargaron de cultivar a través del ejercicio de la paternidad. Ruby Romero, Claudio Nazoa, Juan Carlos Barry y Titina Penzini describen, a través de múltiples anécdotas, cómo eran sus padres tras las paredes de la intimidad hogareña. Desde el padre consentidor que halagaba a su hijo con juguetes nuevos hasta el más severo, hay todo un anecdotario de sorpresas que invita a conocer más de cerca de estos padres destacados.

La sapiencia de Aldemaro Romero

Se intuye que Ruby Romero habla de su padre a través del hilo telefónico con una sonrisa de larga distancia. Es miércoles, y al día siguiente asistirá a un homenaje preparado para su papá en la Universidad de Miami. La musicalidad de Aldemaro Romero dio la vuelta al mundo y sigue vigente a través del reconocimiento de su obra. Sin duda, un maestro de la música, destacado pianista, arreglista, compositor y director de orquesta, pero también un padre que se entregó a sus hijos en la medida en que su trabajo se lo permitió. Así lo narra Ruby: "Mi papá era cariñoso y consentidor. Trabajaba mucho, pero los fines de semana yo me despertaba con el sonido del piano tocado por él. Los domingos era sagrado estar en familia. Le encantaba el gentío reunido en su mesa". El padre de Ruby, Elaiza y Aldemaro Jr. era un enamorado melómano que instó a sus hijos a cultivar ese aprecio mostrándoles toda la música nueva que encontraba. Su forma de amedrentarlos era la conversación, y su manera de halagarlos era a través de regalos que podían recibir espontáneamente y sin motivo aparente. Más allá de la faceta seria que algunas personas veían en su padre, se encontraba un hombre de sonrisa fácil y carácter frontal. El creador de la llamada "Onda Nueva" se complacía al recibir visitas en su casa, y eso les dio la oportunidad a sus hijos de ver en la sala de la casa a personajes como Tito Puente, La Lupe -que le dio una clase de baile-, José Luis Rodríguez, Renny Ottolina o Alfredo Sadel. Aldemaro...

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