Algunas reflexiones

AutorCarlos Simón Bello Rengifo
Páginas133-170
Capítulo 
Algunas reexiones
1. A   
Previamente quiero subrayar que el presente capítulo, como su título
lo anuncia, solo presenta algunas ideas, no del todo integradas ni desa-
rrolladas, sobre el problema de la inecacia del marco axiológico ante el
fenómeno de la corrupción administrativa.
Estas consideraciones si bien sobresalen del límite interno del trabajo, son,
sin embargo, complementarias, por lo que con cierto atrevimiento, las ex-
pongo con una aspiración de incentivar otros procesos reexivos y analíticos
que con mayor enjundia y competencia contribuyan a la mejor comprensión
de nuestra sociedad y sus problemas, y propendan a alternativas de solu-
ción que orienten su desarrollo hacia niveles y espacios de convivencia cívica,
pues, ciertamente, la corrupción es un elemento que perturba la convivencia
cívica al implantar en el tejido social nódulos perversos que obstruyen o di-
cultan el ujo de las relaciones y las interacciones en perjuicio del logro
de los nes sociales e individuales de realización de los planes de vida ins-
titucional e individual que deben articularse –sin renegar la presencia de
contradicciones posibles entre unos y otros– en un equilibrio de moralidad,
felicidad y progreso en el ámbito de la polis.
Entro en materia.
2. R
Hasta el momento, he indicado, en primer lugar, las normas constitu-
cionales, fundamentalmente las recogidas en el artículo 141 de la Carta
134 C S B R
Magna, que consagran el marco axiológico de la Administración Pública
y, a continuación, los textos internacionales que lo amplían o rearman,
especialmente si se considera la disposición del artículo 23 eiusdem,
según la cual los tratados, pactos y convenios suscritos y raticados por
la República, «tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden
interno». Por tanto, se integran al marco axiológico de la Administración
Pública venezolana .
La contrastación entre ese marco y la realidad venezolana de la corrup-
ción administrativa genera estupefacción por su falta de efecto sobre el
desempeño de la gestión pública, caracterizada por una marcada des-
viación de sus nes de servicio y ausencia impúdica de los controles
previstos por el ordenamiento jurídico153, pues a diferencia de otros com-
portamientos delictivos, el sello distintivo del injusto de muchos de los
hechos que constituyen la corrupción administrativa se asocian a razones
sustancialmente éticas que determinan el sentido de las interacciones
sancionadas, más que un contenido en sí mismo desvalioso por su sig-
nicación respecto a los valores que encarnan los derechos fundamentales,
como sucede con el homicidio, por ejemplo154. Valores como la honestidad
y la eciencia se tensionan en un eje axiológico que determina el sentido de
las distintas interacciones que tejen el contenido de la actividad admini stra-
tiva del Estado.
153 Lo más esca ndaloso no es lo que acabo de mencionar, sino que la regulación jurídic a
tiene una acentuada inspiración y signicación ética, mucho más marcada que en
otros textos constituciona les que precedieron al vigente, y ha sido precisamente bajo
su vigencia que la corrupción ha alcanzado una enorme intensidad, lo que parece
conrmar el uso estrictamente retórico –en cuanto juego fatuo y deslegitimador de
la Ley–, de la étic a pública en la esfera en que precisamente alcanza o deb e alcanzar
la más alta cota de de terminación conceptual y práctica.
154 Hay delitos que en sí mismos violentan derechos fundamentales, tal es el caso de los
delitos contra la vida o la intimidad. En ellos, hay un contenido ético reprobable
en sí mismo. En otros, es el sentido que aportan ciertos valores-principios los que
codeterminan el injusto material de los mismos. Es el caso, no de todos, pero si de la
mayoría de los delitos que hemos denominado de corrupción administrativa.
C  135
En efecto, en Venezuela es escandalosa la impunidad ante la corrupción
administrativa, muy a pesar de un conjunto normativo principista y san-
cionatorio –no solo en el orden jurídico penal propiamente dicho–, y para
ello baste con algunas noticias recientes al respecto.
En diciembre de 2012, el informe de Transparencia Internacional ubicaba
a nuestro país entre los que son percibidos con mayor índice de corrup-
ción en el continente155. Y de acuerdo con el informe de la Fiscal General
de la República correspondiente al año 2012, ingresaron 2883 casos de
«corrupción», que representaron el 1,33 % de los casos conocidos por el
Ministerio Público, pero las imputaciones fueron 2313.
El siguiente cuadro, extraído del mencionado informe, es demostrativo
de la actividad que en materia de delitos de corrupción revela ese órgano
del Estado:
Aperturas de juicio a las que asistieron los scales del Ministerio
Público 2397.
Procedimientos por aprehensiones agrantes 835.
Solicitudes de prohibición de salida de país 498.
155 El Universal, del 06 -12-12: Berlín. «Venezuela y Paraguay sigu en siendo percibidos
como los países más corruptos de América Latina, mientras Chile y Uruguay se
mantienen como los líderes en transparencia, según un informe publicado por la
ONG alemana Transparencia Internaciona l (TI). La edición de 2012 del ya tra-
dicional Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de TI ofrece un ranking
regional con poca s variaciones con respecto a los informes de los últimos dos a ños,
pero con una advertencia, seña ló Efe. “La región salió bien de la crisis mundial. Su
modelo económico da buenos resultados macroeconómicos, pero no se traduce en
una mejora de la calida d de vida de los ciudadanos. América Lat ina es la región más
violenta, donde mayor es la desigualdad”, aseguró el director para las Américas de
TI, Alejandro Salas. A su juicio, esto es una “llamada de atención” para los países
de la zona, por lo que propuso más “liderazgo” de políticos y empresarios y una
mayor concienciación a nivel ciudadano de que “la democracia no son solo las
elecciones”, en el que aprobaron solo tres» (http://www.eluniversal.com/interna cio-
nal/121206/venezuela-es-lider-en-materia-de-corrupcion-en-latinoamerica).

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