Sangre de mujer

Desde el pasado 20 de agosto, legisladores afganos reaccionarios, intentan apro bar una ley cuyo fin es asegurar que miembros de una familia agredida, no puedan declarar como testigos. Esto es una luz verde para que más mujeres y niñas sean abusadas en sus casas. Veamos dos casos.La niña de 12 años de edad Sahar Gul, vendida en matrimonio a una casa del horror, por su hermano por 5.000 dólares. Sus suegros la encadenaron a un lavamanos, la golpearon con tubos de hierro incandescentes, la llevaron a la inanición, le dieron brutales palizas cuando se negó a entregárseles como prostituta.Cuando finalmente fue res catada, la tortura la había dejado tan débil que tuvieron que sacarla del sótano en una carretilla. Un responsable policial, en el norte de Afganistán, informó que los agentes la encontraron en el domicilio de su marido, Mohamed Azim, tras recibir una denuncia de los padres de la joven. Cuando la vieron su estado era dantesco. Acto seguido fue ingresada en un hospital. De hecho, agentes de la policía admitieron que la niña podría haber muerto si no la hubieran rescatado a tiempo. Su cautiverio duro seis meses. El año pasado sus verdugos fueron condenados a 10 años, pero un juez del tribunal inferior los liberó.Peor aún, la cámara baja del Parlamento sólo aprobó una ley que prohíbe a los familiares de los agresores testificar en la corte. Esto impedirá que innumerables niños y mujeres obtengan justicia alguna vez. Anteriormente, la cámara alta había retenido la legislación contra las mujeres y altos funcionarios afirman que la comunidad internacional podría cambiar el equilibrio dirigiéndose a senadores claves y detener la ley antes de que sea votada.Sahar Gul asiste ahora a la escuela y con valor reconstruye su vida; su sueño es liderar algún día una organización de derechos de la mujer. Su fortaleza de espíritu encarna la esperanza de un futuro mejor para las mujeres y las niñas en Afganistán y en todas partes.Otro caso repulsivo es el de una mujer de 22 años de edad, acusada de adulterio y que fue ejecutada públicamente en su aldea. Con el horror en mis ojos, vi el video de la ejecución. Las imágenes...

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