Servicio exterior bajo riesgo de parálisis

La mayoría oficialista en la Asamblea Nacional aprobó el martes en segunda discusión la Ley Orgánica del Servicio Exterior, que debe normar el funcionamiento de la Cancillería, las embajadas y los consulados. Expertos alertan que su entrada en vigencia generará un vacío legal que llevará a la paralización de la diplomacia, porque quedan en el aire las responsabilidades de los funcionarios. El instrumento legal se co menzó a debatir en 2007. Su segunda discusión se suspendió en 2009 y se reanudó esta semana solo con las 3 disposiciones transitorias, una derogatoria y la final pendiente, dejando de lado 10 artículos que fueron suprimidos. Cuando entre en vigencia, la norma, la tercera en la materia que se redacta en 12 años de Gobierno de Hugo Chávez, derogará la Ley del Servicio Exterior del 21 de julio de 2005 y la Ley Orgánica de Servicio Consular del 21 de agosto de 1987. Muchas críticas han llovido. Una de ellas es que nace de un error conceptual. Una ley del servicio exterior que regula el funcionamiento y comportamiento del personal no es para hacer política internacional, explicó la ex diplomática Milagros Betancourt. Preocupa la indefinición de las funciones de los cargos en el Ministerio, embajadas y consulados. El artículo 11 establece que el régimen del personal del servicio exterior lo normará un estatuto que dictará el Ejecutivo Nacional. El 25 establece que las obligaciones de los funcionarios consulares las desarrollará otro estatuto que elaborará el Presidente. En ningún caso hay un plazo para que esos textos estén listos. La ley es inaplicable porque deroga las actuales y no aporta los reglas para trabajar. No hay cómo ejercer la función consular o hacer un acto ad ministrativo. Se paralizará el ejercicio diplomático y consular. Deberían optar por una vacatio legis para superar este bache, alertó Betancourt. No se dejarán de hacer trá mites, sino que aumentará la discrecionalidad en su realización porque; todo será selectivo, en función de la posición política del solicitante en un consulado, por ejemplo, expresó Adolfo Salgueiro, profe sor de Derecho Internacional jubilado de la Universidad Católica Andrés Bello. La situación se agrava porque el presidente está enfermo en Cuba y le corresponde redactar los textos. Los grandes perdedores serán los venezolanos residentes en el exterior y quienes deseen viajar al país. Inestabilidad. Los empleados de la Cancillería temen por su futuro. El artículo 7 establece que el servicio...

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