Soto a todo color

Un penetrable no es una escultura, sino una invitación a pasar. El que reci be a los visitantes de la muestra Color sobre color es azul y lo in tegran miles de hilos. Se trata de unas de las piezas centrales de la producción artística de Jesús Soto, quien ayer hubiera cumplido 89 años. El número no es redondo, pe ro la galería de Arte Ascaso y la Fundación Soto decidieron homenajear al artista con una exposición antológica que reúne 43 piezas elaboradas entre los años cincuenta y la primera década del siglo XXI. La muestra está centrada en un aspecto poco estudiado de la obra del guayanés: su relación con el color. Aunque Carlos Cruz-Diez fi gurará por siempre como el gran colorista del movimiento cinético, es obvio que lo cromático fue un elemento importante en la obra de Soto. El hecho de que los tonos formaran parte del título de muchas de sus creaciones es prueba de ello. La primera pieza que el espectador se encuentra al llegar a la sala se titula Penetrable azul de Valen cia, mientras que Chacaíto al guna vez se dio el lujo de tener la Progresión amarilla y el Cubo virtual azul y negro 1983, hoy en estado de abandono. Junto al Penetrable se exhiben las Ambivalencias, obras bidimensionales definidas por Bélgica Rodríguez, autora del texto curatorial, como una suerte de dominó elaborado con base en colores planos. Seguidamente hay una esfera roja, un abrebocas de lo que el espectador verá en la sala dos: los Volúmenes virtuales, figuras que parecen flotar y fundirse con el espacio. Allí se exhiben también las Es crituras, realizadas a principios de la década pasada. En su...

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