Sin tregua

Me hubiese gustado escribir este último artículo del año 2012 asumiendo a ple nitud el espíritu de bondad, esperanza y generosidad que se supone debería invadirlo todo en estos tiempos de Navidad y Año Nuevo. Me propuse tomarme en serio esa especie de tregua beatífica, de suspensión de los horrores de la vida cotidiana, que la celebración del nacimiento del Niño Dios suele suscitar incluso entre ejércitos que se matan con saña infinita pero que durante los días de Navidad recuperan su humanidad. Como en aquel legendario episodio de la I Guerra Mundial, Navidad de 1914, cuando tropas de tres ejércitos enemigos franceses, ingleses y escoceses, emplazados unos frente a otros en sus respectivas trincheras, comienzan entonan do sus villancicos nacionales y terminan acordando una tregua que les permite unas horas de paz y de intercambio humanitario. En la conmovedora versión cinematográfica del hecho, realizada bajo la dirección del cineasta francés Christian Carion, titulada Joyeux Noël Feliz Navidad, los momentos este lares son aquellos cuando los hombres deciden olvidar sus diferencias, juegan un partido de fútbol, entierran y lloran juntos los muertos de uno y otro bando, intercambian obsequios, whisky y cigarrillos, y resisten protegiéndose mutuamente de los bombardeos aéreos ejecutados por los mismos ejércitos a los que sirven. Pero ni siquiera recordar esta película, y volver a contemplar algunos fragmentos, como el momento en que el oficial francés sale de su trinchera con un pequeño árbol de Navidad entre sus manos entonando Noche de paz, mientras del otro lado los militares escoceses comienzan a acompañarle con sus gaitas y todos los demás van abandonando sus refugios para sumarse hermanados a la celebración, me han servido para lograr el artículo de paz y buenaventuras. Al contrario, estas imágenes de consideración del Otro como un ser humano respetable, aun en medio de la más cruenta guerra, esta capacidad para la comunión entre diferentes aunque sea por unas breves horas, me ha hecho comprender que en el país donde vivo y al que...

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