Ningún presidente venezolano ha sido evaluado por una junta médica

La Constitución Bolivariana de Venezuela dispone que el Presidente de la República debe separarse de sus funciones, si una junta médica certifica que padece una incapacidad física o mental permanente. Aunque en el caso del presidente Hugo Chávez han sido presentadas varias solicitudes de invalidez para ejercer el cargo todas por supuesta insania mental, el Tribunal Supremo de Justicia nunca ha dado el visto bueno para que el jefe del Estado sea objeto de una evaluación. El artículo 233 de la carta magna establece que los especialistas que chequeen al primer mandatario nacional deben ser designados por el máximo tribunal de la República, pero no indica cuáles son los requisitos que se deben presentar para que la solicitud proceda. En este vacío legal se han fundamentado los magistrados para negar la evaluación médica. Desde que el candidato pre sidencial Diógenes Escalante, favorito para convertirse en presidente de la República en 1945, fue evaluado por una junta médica que determinó que había perdido la razón, ha sido la única vez que se ha recurrido a este mecanismo constitucional en el país para evaluar a un casi presidente. Pero casos de mandatarios que se han enfermado, durante el ejercicio en el poder hay muchos en el mundo. Lo más recientes han sido los de Fernando Lugo, presidente de Paraguay; Cristina Kirchner, presidenta de Argentina, y la presidenta y ex presidente de Brasil, Dilma Rouseff y Luiz Inacio Lula Da Silva, respectivamente. Casualmente todos tuvieron que batallar contra un cáncer. A Lugo se le diagnosticó en 2010 un linfoma cancerígeno y sufrió una trombosis. Se trató en el famoso hospital SirioLibanés en Brasil. Durante su tratamiento, que incluyó sesiones de quimioterapia, dejó encargado de la Presidencia a su vicepresidente. La enfermedad llegó cuando Lugo había bajado sensiblemente su popularidad, y su estado de salud la mejoró. Cuando Rousseff era candi data a la Presidencia y se enteró de que tenía cáncer linfático, pensó en ocultarlo. Pero recibió el consejo del entonces ministro de Comunicación, Franklin Martins, de informar su padecimiento de manera transparente. El anuncio le granjeó mayor apoyo, y se impuso en la elección. Rousseff sucedió a Lula Da Silva, quien a los meses de dejar el poder tuvo que tratarse de un cáncer de laringe. Lula anunció su enfermedad públicamente y se mostró calvo, producto de la quimioterapia. En todos esos casos algunos los mandatarios se han apartado temporalmente del poder y...

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