Vueltas alrededor del año 13

Quizás valga la pena dar una mirada a los años terminados en 13 a través de los doscientos de historia recorridos por Venezuela como país independiente. La retrospectiva no tiene otros propósitos que los de ilustrar cómo los primeros fueron años decisivos, que marcaron con tinta indeleble nuestro proceso hacia la libertad o que la negaron de manera trágica. Aquí no se pretende establecer paralelismos ni menos formular pronósticos. Simplemente, se trata de un ejercicio que muestra que los años 13 no transcurrieron en vano, que fueron determinantes en nuestro destino. Sucedió en 1813 y en 1913. Fatalmente, el ensayo nos conduce a nuestro propio tiempo y a nuestras desventuras. 2013 está a la vuelta del amanecer. 1813 fue el año de la efíme ra república de Bolívar. Caída la primera y entregado Miranda, el joven coronel viajó a Cartagena de Indias, y desde allá lanzó su célebre Manifiesto, una crítica arbitraria y personalista del primer fracaso. Responsabilizó a los códigos y a los hombres de ideas, por manera que tuvimos filósofos por jefes, filantropía por legislación, dialéctica por táctica y sofistas por soldados. Culpó del desastre a la Constitución de 1811, aunque, en efecto, ésta apenas tuvo tiempo de entrar en muy relativa vigencia. Al invadir en 1813, y pasar por Trujillo el 15 de junio, Bolívar lanzó la Proclama de la Guerra a Muerte que pintó aquel tiempo de nubes negras: Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables. 1813 fue un año relampa gueante. El país naufragó en espejos de sangre. El historiador Francisco Javier Yanes escribió en Relación documen tada de los principales sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado independiente hasta el año de 1821, es tas palabras: Desde el 19 de abril de 1810 hasta fines de este año 1813 se calculó que habían muerto en Venezuela, por los terremotos y la guerra, sobre cuatrocientos mil personas y consumídose cerca de veinte millones de pesos. Lo que significaba una guerra a muerte se comprendió cuando de los infiernos surgió la figura del brutal José Tomás Boves y llevó la destrucción a los extremos más inverosímiles, sembró el odio y quemó la tierra. Sangre sobre sangre. Epílogo de una aventura. Otro signo tuvo la opereta de 1913. Juan Vicente Gómez había sido elegido por un periodo de cuatro años y se vencían en el 14. Con sus...

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