El fracaso de un sistema

Una encuesta del Instituto de Estadísticas indica que 34% de la población del Uruguay tiene sus necesidades básicas insatisfechas: carecen de vivienda adecuada, agua potable, luz eléctrica, escasea la alimentación y sus hijos no se educan debidamente. 34% significa un millón de personas, cifra que incluye los miles de niños y adolescentes que no estudian ni trabajan. El futuro de la nación no luce alentador cuando se revisan esos cálculos.Desde Montevideo suele sal tearse el cuadro del interior profundo de la República donde más de la mitad de la población sufre necesidades básicas ausentes, y esa masa rural que debe sobrevivir en rancheríos, con acceso remoto a fuentes de agua potable, debe mirar de lejos a una capital hipertrofiada cuya gente cree que puede seguir dando la espalda a la matriz campestre del país.Se trata de un país-embudo cuyo centro es un puerto marítimo y cuya periferia nunca recibió la atención que merecía, de manera que el fruto de esa actitud es un campo poblado por gente que come mal, vive mal, se ilumina mal y se educa mal.La coalición política en el go bierno se ufana de promover planes sociales con abundantes donativos de dinero para mejorar la vida de las clases más...

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