Más allá de las elecciones

La suerte está echada. A estas alturas, a tan sólo once días del 7-O, las grandes tendencias electorales ya se han definido: la oposición presiente la victoria y el chavismo comienza a expresar abiertamente la sensación que tiene de derrota el melancólico Esto es lo que hay de Izarra a Maduro es una muestra de ello. Está en el aire: ganará Capriles. Lo que falta, un remate marcado por una omnipresencia del candidato opositor con inmensas multitudes que su contrincante no puede contrarrestar, aumentará aún más la ventaja que le ha sacado a Hugo Chávez. La preocupación comienza ya a ser otra: ¿Qué hay más allá del 7-O? ¿Qué va a pasar con el chavismo? La tendencia mayoritaria de los comentaristas sostiene que continuará siendo una fuerza determinante en la política nacional por muchos años. Que, ante las eventuales carencias de la nueva administración, podría retornar con renovados bríos más pronto que tarde y que esta bipolaridad, chavismo versus el resto del espectro político, se prolongará un buen rato. Algunos llegan hasta a afirmar que el chavismo ¡Dios nos libre! será en Venezuela lo que el peronismo en Argentina, una fuerza dominante en el devenir del país. Hay, sin embargo, antecedentes históricos e indicios muy marcados de que bien podría no ser así. Que es más probable, incluso, que el chavismo como fuerza política se desmorone tan rápido como insurgió en el sistema político venezolano. Para comenzar, la victoria de Capriles el 7-O no será un triunfo cualquiera, sino uno que abrirá un nuevo capítulo en la historia política del país. Como ocurrió con el gomecismo en 1945 o con el perezjimenismo en 1958, el poder hegemónico, anacrónico y autoritario ya débil, será derrotado y, en poco tiempo, dejará de tener importancia. Ese debilitamiento no ha si do el resultado de la casualidad, es el producto de las decisiones equivocadas que el chavismo tomó a lo largo de estos catorce años. La principal: haber traicionado casi desde el vamos su condición de fuerza renovadora de la política venezolana. Chávez, en fiel correspondencia con sus visiones escasas y su bajo vuelo intelectual, en lugar de recurrir a fórmulas modernis tas como las que en ese entonces ejecutaban Clinton, Blair o Shroeder Âpolíticas de alto contenido social diseñadas para reparar sociedades donde el...

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